Félix Hernández agradece a Franklin Gutiérrez y Ronny Cedeño la ayuda que le han dado con el guante
SAN LUIS
Félix Hernández admite que no le atraía la idea de ver por televisión un Juego de Estrellas.
«Me gustaba más el Derby de Jonrones», afirma. «Cuando niño, era pitcher y shortstop. Pero lo que más disfrutaba era batear».
El recuerdo hace sonreír al valenciano de Flor Amarillo, cuyo único hit en 2008 fue un grand slam contra Johan Santana, y quien acaricia como el momento favorito de sus tiempos infantiles los vuelacercas con que José Francisco Malavé impulsó al Magallanes hacia el título en la temporada 95-96.
Hernández tenía 9 años de edad cuando celebró esos tablazos. No sospechaba que poco después obtendría con los Cardenales –y contra los Navegantes– su primera victoria en el beisbol profesional.
Para entonces tenía ya 16 años cumplidos y un futuro alejado de los bates, literalmente: hoy posee el segundo mejor promedio de efectividad de la Liga Americana y es señalado por Johan Santana como el lanzador con más chance de emularle.
«¡Si lo dice Santana…!», exclamó, y arquea las cejas con asombro. «Agradezco sus palabras. No puedo expresar lo que siento. Es un honor».
Hernández se desarrolló como lanzador, admirando a Freddy García. Hoy vive su mejor momento, gracias, dice, a una combinación de experiencia, consistencia y trabajo, pero sobre todo a una decisión: «Ya es hora de que dé un paso adelante».
Lo ha dado. Desde su última presentación en mayo ha sido el monticulista con mejor efectividad en la liga y una de las bazas por las que los Marineros sueñan con la postemporada.
«Será difícil, pero también creo que la nuestra será una de las divisiones más complicadas», apunta. «Mi sueño es llegar a los playoffs. De verdad que no tengo metas en cuanto al número de ponches o victorias. Lo que más quiero es estar en la postemporada».
No expresar metas no significa que no exista la posibilidad de lograr grandes cosas. A este paso, el «Rey Félix» será uno de los principales candidatos al Cy Young, aunque su actitud siga siendo la de un muchacho de 23 años de edad que disfruta el momento.
No es cualquier muchacho, claro. Está a dos triunfos de convertirse en el venezolano más joven con 50 ganados en las mayores y ha recibido del manager Don Wakamatsu la encomienda de dar un paso al frente y convertirse en el líder de la cueva.
Hernández romperá hoy con una tradición y sí verá el Juego de Estrellas.
Lo hará desde el dugout de tercera base y esta vez no oculta su emoción.
«Hasta se me aguaron los ojos cuando me dijeron que venía», admitió. «Soy muy sentimental. Aunque es la primera vez que me pasa en mi vida deportiva», sonrió.
Mejor que se vaya acostumbrando. De continuar este camino, no faltarán buenas noticias ni más lágrimas de alegría.
La frase:
«He mejorado. Ya es hora de que dé un paso adelante»
Félix Hernández
GRACIAS, VENEZUELA
Seattle es una sucursal venezolana. Hasta 13 criollos compartieron en el spring training y unos nueve participan del equipo que tiene sede en el Safeco Field, incluyendo a quienes están en lista de incapacitados. «Se pasa bien allá», sonríe el valenciano. «En clase «A» fuerte éramos como 10 latinos, pero esto es como estar en Venezuela.
Se goza». El aporte va más allá de las buenas vibraciones y el compañerismo: «Para un pitcher, la defensa es importantísima y el `Guti’ (Franklin Gutiérrez) ha hecho que todos los lanzadores de los Marineros seamos mejores. Se merece un Guante de Oro». Y ahora le toca a Ronny Cedeño, el nuevo campocorto.
«También tiene una defensa increíble. Y fuerza. ¡Es capaz de sacarla con una sola mano!».
Publicado en El Nacional, el martes 14 de julio de 2009.
