La buena temporada de Franklin Gutiérrez con Seattle le aleja de Venezuela
Franklin Gutiérrez entró al dugout izquierdo del estadio Universitario, saludó a sus compañeros, caminó hasta la entrada de la cueva y pisó el terreno del parque capitalino.
Para lamento de los aficionados, el centerfielder de los Marineros de Seattle no vestía las rayas verticales de su escuadra de toda la vida.
Esos jeans azules y la camiseta negra con vivos dorados fueron el aviso de que la pradera central de los Leones del Caracas no será patrullada en los playoffs por el seguro jardinero de 26 años de edad.
Gutiérrez, recién llegado a Venezuela, no había visitado el Universitario desde que terminó su última incursión en las grandes ligas. Se reencontró con sus compañeros el mismo día que su organización en el norte negó a los melenudos el permiso para que actuara en la pelota invernal.
«Es difícil», admitió a ESPNdeportes.com el «Guti», una presencia habitual en el torneo de su país. «He sido el centerfielder de este equipo en los últimos seis años. Pero estuve jugando toda la campaña con dolor en la rodilla (izquierda) y me recomendaron descanso. No es fácil».
Gutiérrez acompañó a los felinos en la conquista de la Serie del Caribe de 2006 y fue uno de los jugadores más respetados del lineup metropolitano hasta enero de 2009.
El cambio a los Marineros resultó lo mejor que pudo pasarle. Para la fanaticada, ha sido agridulce.
«Siempre me había planteado que jugaría aquí», continuó el pelotero. «Pero sería ilógico. Mi rodilla está en un 60 por ciento de condiciones y así no podría ayudar al equipo ni a mí mismo. No puedo».
A LARGA DISTANCIA
Gutiérrez siguió a través de internet el deambular de los Leones en Venezuela. Con Jon Jay, primero, y ahora Justin Ruggiano en el jardín central, los capitalinos han comandado el torneo prácticamente desde el día inaugural, intercambiando con los Navegantes la primera posición.
«De la manera en que han jugado los dos equipos, me ha pasado por la mente que la final pueda ser entre Caracas y Magallanes», suspiró. «No será fácil verla por televisión. Pero tengo que recuperarme lo más pronto posible. Eso es lo importante ahora».
El «Guti» tiene mucho que proteger. Después de surgir como prospecto en las granjas de los Dodgers de Los Ángeles y llegar a las grandes ligas con los Indios de Cleveland, recibió en 2009 la oportunidad de su vida y no la desaprovechó.
«Cuando los Indios me cambiaron», recordó el toletero derecho, «traté de verle el lado positivo. Cleveland me dio la primera oportunidad de jugar. Allá trataron de buscarme un lugar en el campo, pero el cambio a los Marineros fue lo mejor que me ha podido suceder».
Basta repasar la pasantía de Gutiérrez por la costa oeste para entenderle a cabalidad: disputó 153 encuentros, consumió 565 turnos, sumó 85 anotadas, golpeó 160 hits y 18 jonrones, empujó 70 rayitas y bateó para .283 de average, cifras, todas, que marcaron topes personales.
Más importante todavía, le dieron en posesión el center field, la pradera que más le gusta, y respondió con atrapadas que le hicieron aparecer con frecuencia en Baseball Tonight y Sports Center .
También consiguió estadísticas de asombro: según Fangraphs, ningún pelotero en las mayores fildeó más y mejor que el caraqueño, cuyo Ultimate Zone Rating de 29,1 fue el más elevado de las grandes ligas y le llevó a impedir 27 carreras a los equipos contrarios, sólo con su defensiva.
¿GUANTE DE ORO? SERÁ EN 2010
En la nación suramericana hubo revuelo cuando el anuncio de los guantes de oro de la Liga Americana no incluyó a Gutiérrez. El jugador tomó esa ausencia con filosofía.
«Escuché mucho que mencionaban mi nombre y pensé que tenía chance de traer a Venezuela ese Guante de Oro», confesó. «No me eligieron, aunque jugué fuerte y puse mis números. No sé la razón por la que los managers y los coaches no me apoyaron, pero estoy contento con lo que hice. Esperemos ganarlo el año próximo».
La campaña por el galardón comenzará en el spring training, al que Gutiérrez asistirá con la garantía de tener un lugar en la alineación. Es lo que más le alegra de haber llegado a Seattle.
«Los Marineros estuvieron claros conmigo desde el principio», señaló. «Me dijeron que sería el centerfielder toda la temporada. En los entrenamientos, el manager (Don Wakamatsu) se sentó conmigo y me dijo: ‘Relájate, porque vas a jugar a diario’, sin importar que me fuera de 4-0. A Cleveland le agradezco esa primera oportunidad. A Seattle le agradezco haberme dado la confianza».
Gutiérrez regresó a la cueva de los Leones, a sentarse en el banco donde tantas veces esperó su turno al bate. Bromeó con algunos compañeros, se dejó fotografiar y cenó en el clubhouse, como en los viejos tiempos. Poco rato después, salió del Universitario, sin fecha de regreso.
El éxito del patrullero es agridulce para los seguidores del Caracas. Y ese éxito que le aleja del béisbol invernal es producto de haber aplicado la fórmula que le sirvió para ser, durante más de un lustro, uno de los líderes de los melenudos.
«Antes me ponía presión en las grandes ligas», apuntó Gutiérrez. «Este año no. Este año fui a divertirme y salieron los números». Así hacía con los Leones, cuando era el mejor jardinero central de la liga.
Publicado en ESPNdeportes, el viernes 11 de diciembre de 2009.
