Dispuesto a morir luchando

Jackson Melián aún sueña con las grandes ligas. El outfielder es un enamorado del beisbol, que desea volver a la Serie del Caribe para seguir jugando

Jackson Melián nunca se está quieto cuando se queda en la banca.

El patrullero, suplente del outfield de los Leones y autor de alguno de los batazos más memorables en la temporada 2009-2010, trata de mantenerse “caliente” cuando no está en la alineación. Y lo logra, a veces, de la manera más insólita.

“Cuando mis compañeros salen a cubrir, entro al clubhouse a correr un poco”, relató Melián, con una sonrisa. “No hay mucho espacio, pero es suficiente para lo que necesito. También agarro un bate y hago unos swings allá adentro, para estar listo para cuando me llamen a jugar”.

El héroe del cuarto juego de la final entre los Eternos Rivales bateó para .327 en 104 turnos durante la ronda eliminatoria, igualó el récord de todos los tiempos de más grand slams en la liga y, sin embargo, tiene que esperar, a menudo por largos períodos, su inclusión en la alineación.

La carrera del caraqueño, que comenzó entre grandes augurios, ha terminado por ser una sucesión de retos, un constante volver a empezar, que en 2009 llegó a su punto culminante, al recibir la noticia de que, debido a una lesión, probablemente no volvería a jugar.

Inicio dorado. Melián fue noticia a los 16 años de edad, cuando dejó una prometedora carrera en la natación para firmar con los Yanquis de Nueva York, en 1996.

Recibió el bono más alto en la historia entre los venezolanos para ese momento y se erigió como prospecto número uno de Venezuela.

Varias lesiones después, y tras superar una tragedia familiar que muchos señalan como la principal causa que postergó su llegada a las grandes ligas, Melián no se rinde ni pierde el deseo por jugar.

“No es fácil, todo eso por lo que he pasado, pero me ha dado más fuerza y sirve para enseñarle a la gente que todo se puede”, aseveró. “Quizàs nunca voy a llegar a las grandes ligas, pero moriré luchando. Hasta que el cuerpo aguante”.

Lejos ya de ser aquel adolescente que se retrató en el Yankee Stadium, con el sueño de alguna vez patrullar ese outfield, Melián ha formado su propia familia y vive por el beisbol.

“Esto es lo que siempre he querido hacer, desde que era pequeño”, cuenta. “El amor por el juego es lo que me impulsa a seguir. Uno no sabe cuánto tiempo podrá seguir. Por eso quiero aprovechar al máximo todas las oportunidades que me queden en el beisbol”.

Por eso da carreras en los camerinos, preparándose para cuando le llegue el momento de jugar. Y por eso puede salir de la banca para decidir con un cuadrangular.

El dato:

Jackson Melián irá a la Serie del Caribe “y hasta a la China”, con tal de mantenerse en acción. Aún no firma en el norte, pero Cleveland pidió los exámenes médicos de su espalda y estudia darle contrato

Una carrera en duda

RIESGOSA CIRUGÍA

Jackson Melián firmó con los Gigantes de San Francisco, luego de ser figura en la Serie del Caribe, pero se perdió la temporada debido a una lesión en la columna que le envió al quirófano para una delicada cirugía.

En Estados Unidos le implantaron una prótesis para fortalecer las vértebras afectadas y el traumatólogo Germán Medina, entonces médico de los Leones y galeno del propio jugador, le advirtió que su carrera estaba en entredicho.

“Tengo que hacer ejercicios a diario, para fortalecer la espalda”, comentó el jugador, cuyo primer partido, después de la intervención, fue en la pretemporada caraquista, a comienzos de octubre. “Me sentí muy mal en las primeras dos semanas y en verdad fue muy duro. Gracias a Dios tuve el apoyo de mi esposa y mis hijas. Ha habido muchos obstáculos que casi me han sacado del beisbol. Este fue otro. Pero me dije: ‘Ni esto ni otra cosa va a sacarme del beisbol’”.

Publicado en El Nacional, el viernes 29 de enero de 2010.