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Hay algo claro: Magallanes ha sido más que Caracas en todos los aspectos del juego en la final y amenaza con barrerlos de forma humillante. El éxito turco no es azar, pues se trata del equipo que ganó más juegos entre la eliminatoria y la semifinal. Dicho todo esto, intentemos hacer un análisis que vaya más allá de lo obvio y los lugares comunes, con esta columna y el trabajo que le sigue a continuación. ¿Qué puede venir en lo que queda de la serie entre los Eternos Rivales?

¿Están acabados los Leones? La pregunta en sí misma es una provocación.

Así nunca un equipo en Venezuela hubiera levantado una final después de perder los dos primeros choques, el solo hecho de saber que en el beisbol es posible ganar cuatro en fila debería responderle a los más incrédulos.

La historia, ciertamente, está en contra de los melenudos, y sólo 5 de 21 escuadras han podido reponerse de un inicio como este, con dos derrotas al hilo, para finalmente alzar los brazos y llevarse la corona.

Pero siempre hay formas optimistas de ver tan oscuro panorama, o maneras cautas, si deseamos hacerlo no desde la acera caraquista, sino desde la magallanera: si ha sucedido tan pocas veces una reacción como la hoy anhelada por los capitalinos, es señal de que está muy cerca de ocurrir una sexta ocasión. Este año o el próximo, o quizás el que luego vendrá.

Es como aquellos bateadores cuyo slump es tan pronunciado, que estadísticamente empieza a jugar a favor de ellos esa larga sequía. Como reza el lugar común, cuando alguien está en un bajón semejante: “Tiene un hit en la punta del bate”.

El beisbol es un deporte de promedios y es debido a ello que en cierto modo se puede prever lo que está por suceder. Claro, el hecho de que se rija por promedios también tiene algo en contra, y es que en un período corto de tiempo cualquier cosa, literalmente, podría pasar. Es por ello que bateadores débiles, como Bucky Dent, o lanzadores grises, como Don Larsen, han podido erigirse en leyendas, gracias golpes notables en juegos de playoffs.

¿Somos muy retóricos? Quizás sí. Pedimos perdón. La culpa es de escribir esta columna en la madrugada del sábado, a medio camino de la alucinación, debido a la carga de trabajo.

Vayamos al grano: los Navegantes hacen muy bien al expresar su preocupación por una posible levantada de los Leones. Aunque los bucaneros han dominado a placer en el estadio Universitario, ganando 6 de 7 entre la eliminatoria y la semifinal, un dominio como ese no debería durar para siempre, en el largo plazo. Pudiera llegar el momento en que las cargas se equiparen, ya que los metropolitanos cuentan con tan formidables herramientas como sus adversarios.

Reconozcámoslo: el pitcheo del Caracas no debería seguir aceptando una carrera limpia por cada inning lanzado, como hasta ahora; se trata de la novena que tenía mejor efectividad en la postemporada y la segunda mejor de la eliminatoria.

Tampoco es lógico que más de cuatro de cada diez batazos de los turcos sigan cayendo en tierra de nadie, siendo que el average de pelotas en juego debería rondar los .310 puntos, en lugar de los .400. En teoría, la ley de las probabilidades debería venir en auxilio de los felinos, ahora que la serie se traslada al estadio Universitario, pero para que esa ley aplique, es necesario que exista algo que Carlos Subero, el manager de los Tiburones, no se cansó de exigir a sus hombres durante la 2009-2010: convicción.

Y llegamos así al punto álgido de esta divagación: ¿hasta qué punto en la cueva de los Leones se creen capaces de remontar esta diferencia?

A pesar de lo que crean algunos, la convicción sí puede derrumbar estadísticas y muros insalvables. Llega un momento, como dijo el barón Pierre de Coubertin, que quien gana no es el más alto, el más rápido ni el más fuerte, sino aquel que realmente se cree capaz de llegar primero a la meta.

El aserto del refundador del olimpismo explica las misiones imposibles, explica a Dent y a Larsen, explicaría una remontada caraquista y explica, por ahora, porqué este Magallanes se ha visto tan abrumadoramente superior en la primera parte de la final.

Publicado en El Nacional, el domingo 24 de enero de 2010.

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Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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