Los campeones recordaron su corona, el martes, con la entrega de los anillos que acreditan la conquista de la 2009-2010. Mientras, tratan de despegar en esta y sufren por causa del Magallanes
El jonrón de Jackson Melián volvió a escucharse el martes en el estadio Universitario, así como se vivió después la fiesta en las gradas.
Los Leones celebraron la conquista de la vigésima corona de la franquicia, obtenida, precisamente, ante los Navegantes, y repartieron los anillos que celebran la conquista, en medio de la casi unánime mención al jonrón con que Melián dejó en el terreno al Magallanes, para igualar la serie a dos juegos por lado en aquella confromtación.
“Ese fue el momento más emocionante”, aseguró el receptor Carlos Maldonado. “La celebración final fue grande, pero todo comenzó allí”.
“Fue cuando levantamos la serie”, agregó José Castillo, quien luego de eso debió marcharse a Japón, obligado por su equipo en aquel circuito. “Es un recuerdo muy bonito. Después de eso, todo fue doloroso para mí, porque no estuve”.
Caracas escogió con premeditación el instante para congratularse. Con semanas de antelación anunció que sería en el quinto tope entre los Eternos Rivales, un modo de recordarle a sus adversarios quién mandó aquella ocasión.
El destino quiso que ocurriera a menos de 48 horas del juego sin hits ni carreras con que Anthony Lerew y los azules humillaron a los felinos. Para colmo, los azules volvieron a ganar y el manager Gregorio Machado se mofó de ello en la rueda de prensa: «Hoy vimos muchas imágenes de lo que pasó el año pasado, pero ninguna de lo que ocurrió el domingo».
La pantalla del left-center, en efecto, recordó para los presentes varios momentos de la última final. Uno de ellos, por supuesto, el tablazo de Melián ante Yoel Hernández.
“No viví nada más emocionante que eso, sobre todo porque fui al home buscando un sencillo y me salió ese jonrón”, sonrió el slugger.
“Todo el recorrido por el campeonato fue especial”, apuntó Luis Ávila, el presidente del equipo. “Pero nada como estar abajo y poder regresar”, agregó Amador Montes, de la jefatura de prensa.
Ese cuarto juego fue tan crucial, tan épico, que Juan Carlos Gutiérrez asegura que sintió más alegría en el dugout que luego sobre la loma, para el último out del partido decisivo.
“Fue muy especial cuando Grégor (Blanco) le dio el jonrón al Kid (Rodríguez) para empatar, porque por eso finalmente pudimos ganar”, atizó el cerrador.
Ese duelo, esos batazos, permitieron a Gregorio Petit vivir su mejor momento de la temporada: “Fue”, dijo riendo, “cuando levanté el trofeo con mis manos”.
El manager Dave Hudgens llamó a un mítin con sus jugadores, antes del encuentro del martes. Las cuatro derrotas seguidas con que comenzó para los Leones la séptima semana de acción preocuparon al alto mando.
“Quería ver cómo se sienten los jugadores”, explicó el estratega. “Debemos jugar con más consistencia, cosa que no hicimos en los últimos días. Es necesario tener más foco, disfrutar más”.
El presidente del equipo, Luis Ávila, admitió estar preocupado. “Es muy difícil ganar 40 en cada eliminatoria; es tan difícil, que el año pasado ocurrió por primera vez en la historia que alguien lo hizo en temporadas consecutivas”, razonó Ávila. “El beisbol es impredecible. Creo que hemos hecho un buen trabajo, pero se nos lesionaron tres importados, se marchó Ben Jukich y no vino (Wladimir) Balentien, por lo que nuestra importación apenas está empezando a tomar el paso”.
Hudgens celebró la entrega de anillos, pero con un mensaje claro: “Es el último capítulo del pasado campeonato. Está bien si lo tomamos así. Ya es algo que está en el pasado”.
Caracas no sumaba cinco derrotas al hilo desde octubre de 2007.
Publicado en El Nacional, el miércoles 24 de noviembre de 2010. Actualizado para el blog.
