La edad de Magglio Ordóñez y Bob Abreu es un obstáculo histórico para ambos, pues los principales astros del beisbol criollo iniciaron un declive o terminaron su estelaridad a esa edad
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| Magglio Ordóñez |
Magglio Ordóñez disparó dos hits el martes, apenas por segunda vez en la temporada, y su average quedó en .169 puntos. Bob Abreu ha levantado con el madero, luego de sufrir un slump semejante, pero llegó a tener .239 el 23 de abril, con sólo un cuadrangular.
Tanto a Abreu como a Ordóñez les quedan cinco meses para demostrar que fueron malos momentos, no el reflejo de la edad.
Porque los dos venezolanos con más rayitas empujadas en las grandes ligas después de Andrés Galarraga se encuentran en la encrucijada que para muchos de sus compatriotas significó el final.
Sólo el propio Galarraga y Omar Vizquel han brillado en las mayores después de cumplir los 37 años. Los demás, incluyendo al mítico Luis Aparicio, dejaron de ser una fuerza en ese punto de sus carreras.
Aparicio jugó hasta los 39 y fue el torpedero de los Medias Rojas entre 1971 y 1973. Sin embargo, lo sucedido en la primera de esas tres campañas avisó la llegada del fin.
El zuliano apenas bateó para .232/.284/.303 en 1971, su primer torneo en Boston. No sólo fue el average más bajo de su carrera, también su peor promedio de embasado y su slugging más insignificante.
Aparicio no superó el cambio que ocurre en el cuerpo de un deportista cuando se acercan los 40. Ni con el bate ni con el guante.
El inmortal shortstop tuvo apenas 62 de OPS+ y un WAR defensivo negativo (-1.1), según Baseball Reference. Esas cifras representaron otro piso para el legendario marabino.
David Concepción estuvo igualmente por debajo de la media de su carrera a los 37 años de edad. Fue en 1985 y terminó con .252/.314/.330. Únicamente largó 19 dobles y 7 bambinazos. Su WAR defensivo también fue negativo y negativo fue su OPS+, con 78, 22 puntos por debajo del promedio de la Liga Nacional.
Fue la última zafra como titular para el aragüeño, que a partir de 1986 se convirtió en utility.
Manny Trillo estaba en su tercera (y penúltima) temporada como suplente, a los 37 años de edad, en 1988. Cerró con discretos registros de .250/.283/.299.
Antonio Armas y Oswaldo Guillén jugaron sus últimos encuentros en la gran carpa a los 36; Armas lo hizo en 1989, Guillén en 2000.
Hasta el casi incombustible Melvin Mora resintió celebrar los 37. Fue en su último campeonato con los Orioles y cayó a .260/.321/.358, con el peor promedio de embasado y el slugging más bajo de su trayectoria.
Ya con 39 cumplidos, Mora aún trata de jugar a diario con los Cascabeles, tras convertirse en utility de los Rockies en 2010.
¿Qué pasará con Ordóñez y Abreu? El “Comedulce” ha mantenido ciertos promedios y ha empezado a rescatar otros. Y Ordóñez tiene en sus buenos registros del torneo pasado una esperanza legítima frente al avance inexorable del calendario.
Magglio Ordóñez reconoció el martes que “es muy difícil batear con un solo pie” y admitió que las molestias en el tobillo han sido incesantes en todo 2011
Andrés Galarraga y Omar Vizquel superaron la amenaza de cumplir 37 años de edad y ver mermadas sus aptitudes físicas.
El “Gato” sopló 37 velitas en medio de la mejor cosecha de su carrera. Era 1998 y bateó para .305/.397/.595 en Atlanta, con 44 jonrones y 121 empujadas. Tuvo su OPS+ más elevado: 157. Para Baseball Reference también logró su mejor WAR: 5.4. Luego se le descubrió un linfoma, pero aún tras perder un año debido al cáncer, brilló a los 39, al punto de abrir el Juego de Estrellas de 2000.
Vizquel se despidió de Cleveland a los 37, con una línea de .291/.353/.388. Tuvo un OPS+ de 99 puntos, justo en la media de la Liga Americana con el bate, y después obtuvo dos guantes de oro en la Liga Nacional. A los 44, sigue haciendo historia, ahora como suplente. Él y Galarraga son la esperanza de Magglio Ordóñez y Bob Abreu.
Publicado en El Nacional, el jueves 5 de mayo de 2011.
