Manny Trillo, Antonio Armas y hasta Luis Aparicio batearon .225 o menos alguna vez. El varguense se encamina a la peor cosecha ofensiva para un venezolano, pero otros astros criollos pasaron por eso
Enzo Hernández dejó su huella en las grandes ligas. Durante las seis temporadas que jugó con los Padres, a comienzos de los años 70, fue considerado uno de los mejores campocortos defensivos del beisbol.
El anzoatiguense, sin embargo, escribió su nombre en el libro de records por razones muy diferentes. Ningún bateador con 600 apariciones o más en una temporada ha impulsado tan pocas carreras como las 12 que él empujó en 1971.
Hernández, que después de ocho años en las mayores se retiró con una línea de .224/.283/.266, era un bateador discreto en un equipo modesto. San Diego ocupó los últimos lugares en la división oeste de la Liga Nacional la mayor parte del tiempo, entre 1971 y 1976.
Aquella cosecha del nativo del Valle de Guanape en su temporada de novato es considerada por muchos como la menos prolífica de todos los tiempos para un jugador de diario en la gran carpa. Sumó 12 extrabases: nueve dobles y tres triples. Apenas terminó con .545 puntos de OPS, la suma del promedio de embasado y el slugging.
Alcides Escobar le sigue los pasos a Hernández y amenaza, como apuntó Fangraphs la semana pasada, con terminar con la peor zafra ofensiva en la historia.
Escobar no corre riesgo de perder su puesto con los Reales, debido a la eficiencia de su guante. Pero con el madero iguala o incluso supera, si cabe el término, lo hecho en su momento por su compatriota.
El nativo de La Sabana ya tiene siete extrabases y ha impulsado a 13 corredores, pero batea para .208/.241/.311 y tiene un OPS de .482 puntos.
Ningún venezolano ha tenido un OPS inferior a .545, habiendo reunido el mínimo de 502 apariciones legales en el home.
Lo sorprendente es la compañía que tendrá Escobar, si finalmente se mantiene como jugador de todos los días y no consigue levantar sus promedios.
Porque Hernández no es el dueño del peor average entre los criollos que lograron el mínimo de apariciones. De acuerdo con Baseball Reference, ese discutible privilegio corresponde a Antonio Armas, nada menos, gracias a los .218 puntos que dejó en 1983, con los Medias Rojas.
Otros grandes nombres rodean al antiguo paracorto de los Padres: Manny Trillo ligó para .224 en 1985, con los Gigantes, y Luis Aparicio, el único representante que tiene Venezuela en el Salón de la Fama, terminó con .225 en 1965, con los Orioles.
David Concepción, Melvin Mora, Alex González y César Izturis, todos ellos tuvieron alguna temporada con .235 o menos. Y sin embargo, Izturis también logró una campaña de 193 hits, González ha conectado 23 jonrones en dos torneos distintos y entre Mora y Concepción acumularon tres bates de plata.
Escobar llegó a ser el prospecto número uno de los Cerveceros y al menos con su defensa está demostrando que los scouts no estaban del todo equivocados.
Mientras dura el slump, hará bien en revisar la historia de las peores cosechas ofensivas que han tenido sus paisanos en las grandes ligas, para sentir que no está solo y tomar nota de que uno de ellos, incluso, al final de su carrera hasta entró al Salón de la Fama.
Sólo seis bateadores con 600 apariciones en el home han terminado con 20 o menos impulsadas en una temporada. La lista, que encabeza Enzo Hernández, con 12, incluye nada menos que a Richie Ashburn, un miembro del Salón de la Fama. De acuerdo con Baseball Reference, el último en hacerlo fue Luis Castillo, hace 11 años, y el primero fue Roy Thomas, en 1906
Publicado en El Nacional, el viernes 10 de junio de 2011.
