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Un visitante inesperado entró por estos días al estadio Universitario, en Caracas.
Antonio Álvarez recorrió sonriente la que alguna vez fuera su casa, saludó a algunos de sus ex compañeros y cautivó la atención de los periodistas que cubrían el jueves los entrenamientos de pretemporada de los Tiburones de La Guaira.
El “Potro de Venezuela”, como disfruta que le llamen, no estaba promocionando su último hit musical, que canta a dúo con el dominicano Fuego. En cambio, habló de los hits que le quedan por batear en el beisbol profesional.
Álvarez, que a partir de este lunes comenzó a entrenarse con las Águilas del Zulia en la fronteriza ciudad occidental de Maracaibo, es uno de los curtidos veteranos de guerra que han vuelto a los campos en el inicio de las prácticas del país suramericano.
Ex grandeligas como Robert Pérez y Órber Moreno, Richard Hidalgo y Tomás Pérez, Oscar Salazar y Horacio Estrada, Carlos Hernández y Alex Herrera se pusieron a la cabeza de sus clubes al iniciarse la preparación con vistas al torneo 2011-2012.
Algunos incluso lo hicieron desde semanas antes. Los dos Pérez tomaron para ellos el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto a comienzos de septiembre. Ninguno habla de retiro, aunque entre ambos acumulan 43 años de servicio y 2.171 imparables en la pelota invernal.
Robert, que ya tiene 41 años de edad, sigue buscando records y cifras que parecían inalcanzables en el beisbol moderno de la región. Con sólo 16 cohetes, por ejemplo, alcanzará al inmortal Teolindo Acosta en el tercer lugar de todos los tiempos entre los bateadores con más indiscutibles en este beisbol. Ya es el líder en jonrones, dobles, empujadas y extrabases.
Tomás se ha encontrado también con la posibilidad de hacer historia. Requiere 102 inatrapables para ser el séptimo toletero en llegar al millar en Venezuela, aunque en diciembre soplará 38 velitas y no cuenta con un puesto asegurado en el lineup titular de una escuadra, los Cardenales de Lara, donde abundan infielders que en 2011 jugaron en la gran carpa: Luis Valbuena, César Izturis, José López y quizás hasta Alcides Escobar.
Estrada también comenzó a visitar el estadio José Pérez mucho antes que sus Tigres de Aragua. Cuando el manager Buddy Bailey dio su primera arenga, este martes, y el último club en estirar sus músculos empezó la pretemporada, el zurdo tenía tres semanas corriendo y soltando el brazo en el parque de la central Maracay.
El antiguo as de los Caribes de Oriente y Pastora de los Llanos trata de hacer un nuevo regreso en su carrera. Ya en 2003 sobrevivió a un aparatoso accidente de tránsito que por poco le cuesta la vida y ha pasado por el quirófano dos veces en los últimos dos años por lesiones en el hombro.
Luis González, René Reyes, Edwin Moreno y Gregorio Petit se cuentan en el grupo de los otrora bigleaguers que han madrugado en busca de la mejor forma física. Aragua esperaba que Luis Maza y Raúl Chávez también se contaran entre los primeros en reportarse.
Moreno y Petit, a diferencia de los demás, son jóvenes y pueden soñar no sólo con triunfar con los Leones del Caracas; pudieran, incluso, regresar algún día a las mayores. Para ellos, el obstáculo a vencer es la larga rehabilitación, tras pasar por el quirófano.
Ronald Belisario también madrugó. Fue, de hecho, el primer integrante de los Bravos de Margarita en presentarse al estadio Nueva Esparta.
Con esa misma cándida convicción con que Belisario aseguraba en marzo que su visa estadounidense estaba a punto de ser aprobada (sus problemas por el consumo de sustancias llevaron a que el documento le fuera negado), el ex relevista estelar de los Dodgers de los Ángeles habla ahora de salvar 20 juegos con los insulares y poner el riesgo el récord del circuito.
La primavera comienza en septiembre para el beisbol del Caribe. Y para los peloteros que buscan recuperar el estrellato.
Por estas fechas, el incombustible Heath Totten, que en Venezuela ha lanzado con las Águilas, los Tigres, los Bravos y los Tiburones, se presentó al Universitario con 30 libras menos, 33 años a cuestas, un contrato a prueba con los escualos y la misma inextinguible sonrisa de sus primeros pasos en la liga: dice estar en la mejor forma de su vida.
El optimismo crece por doquier cuando la acción no ha empezado. Hidalgo puso a un lado su naciente carrera como rapero, un mundo donde le conocen como “Doggie Feat”, para tratar de alargar su carrera como pelotero.
El antiguo slugger de los Astros de Houston, que hace una década disparó 44 jonrones y bateó para .314/.391/.636 en una zafra, convenció a los Navegantes del Magallanes de darle la oportunidad que le negaron al capitán Edgardo Alfonzo y desde el primer día se alista con ahínco, aunque sus problemas en el hombro derecho parecen confinarle al rol de designado.
Hidalgo, al igual que el “Potro” Álvarez, pudiera dedicarse, por estas fechas, a hacer despegar su carrera musical. Aún en la incertidumbre de no ser todavía cantantes a tiempo completo, puede que esa nueva profesión les mantenga más tiempo sobre el escenario que lo que les queda en la escena donde brillaron alguna vez.
Pero hay pasiones difíciles de dejar atrás, sobre todo cuando se sabe que dar un paso al costado, en el deporte, a cierta edad, puede significar un paso que se da para siempre.
Por eso tantos veteranos de lustroso historial han madrugado. Como dice el refranero venezolano, todos llegan con la firme esperanza de recoger agua clara.
