Hace un año, en el Día de los Inocentes, Magallanes quedó eliminado a manos del Caracas en Valencia, sufriendo una paliza. Este jueves, 366 días después, la nave devolvió el golpe, se metió en la semifinal y eliminó a su eterno rival
No puede haber una ironía mayor. El 28 de diciembre de 2010, los Leones aseguraron el primer lugar de la ronda eliminatoria y de paso eliminaron a los Navegantes, con una paliza que incluyó un inning de 13 carreras, en Valencia.
Este jueves, 366 días después, Magallanes avanzó a la semifinal humillando a su eterno rival 10 por 0 en el mismo escenario que hace un año, eliminando de toda opción al Caracas en este campeonato.
Maestra vida, camarada.
La ronda regular todavía no desembrolla todas sus interrogantes, pero el panorama empieza a verse un poco más claro. Los turcos acompañarán a los Tiburones en la semifinal y este viernes pueden darse una, dos o incluso tres clasificaciones más, dependiendo de los resultados.
Más vale el apuro. El torneo tiene pautado finalizar su primera parte al caer la noche, aunque ese duelo postergado para el 2 de enero entre las Águilas y los Tigres pudiera alargar la agonía más allá del Año Nuevo.
Mario Lissón, el otrora prospecto del que los melenudos salieron en un cambio, años atrás, le puso uno de los últimos clavos al ataúd de los capitalinos. Fue otra ironía. Lissón nunca llegó a 10 jonrones en una temporada con los metropolitanos, pero anoche descargó su undécimo vuelacercas con los cabrialenses, para sepultar a un equipo que no llegó más lejos, precisamente, debido a la falta de extrabases.
El Caracas llega al fin del calendario con la segunda mejor efectividad colectiva de la justa y una de las ofensivas más pobres en los últimos años de la franquicia.
La despedida de Melvin Mora añadió un toque emocional a la jornada. El manager Carlos García le dio un turno como emergente y le envió luego al left, y Endy Chávez aprovechó la amplia pizarra para cederle el center en el noveno.
El gesto de Chávez tuvo de elegancia y tuvo de nostalgia. Fue en el center, en la final de 1994, contra el Caracas, donde Mora comenzó la leyenda que dentro de cinco años debe terminar con una estatuilla suya en el Salón de la Fama del beisbol venezolano.
Los azules le ganaron siete de nueve a los felinos en la 2011-2012. La serie particular entre Leones y Navegantes, que ya ganaban los segundos, se abre un poco más. Pero también queda en manos de los turcos la otra, aquella controvertida serie particular que suma al Cervecería y a los Leones, y que el Caracas reivindicó al inicio de las acciones.
Los melenudos saludaron octubre con la proclama de tener una victoria más que su acérrimo adversario, contando la etapa fundacional de la divisa. Cierran diciembre con cuatro triunfos menos en la polémica cuenta.
Peor que eso, cierran fuera de opción, viendo a los bucaneros sonreír y celebrar su clasificación.
Publicado en El Nacional, el viernes 30 de diciembre de 2011.
