La muy difícil tarea de ganarse un puesto en el spring training
Grégor Blanco ha triturado el pitcheo en la pretemporada. Es lógico deducir que tiene un puesto asegurado en el roster de los Gigantes, ¿verdad?
No sólo ha conectado a terreno de nadie con frecuencia, además es uno de los toleteros con más bases por bolas y robos en los juegos de exhibición. Y ha mostrado poder, al tener más de 1.000 puntos de OPS.
No hay razón para dudar sobre la permanencia del mirandino, al final del spring training, y sin embargo, el manager Bruce Bochy señaló a MLB.com hace un par de días, al responder una pregunta sobre el encendido Blanco, que la decisión sobre dejarle arriba o enviarle a triple A será tomada “en el último momento”, casi el día de remitir el roster definitivo a las grandes ligas.
¿No es absurdo? No, en realidad.
Los entrenamientos de primavera tienen muy poco que ver con un concurso de aspirantes, a pesar de lo que se cree. Los equipos suelen tener claro a quiénes llevarán en el roster de 25 con mucha anterioridad, desde noviembre o diciembre, y dejan una o dos interrogantes por resolver para febrero y marzo. Tal vez un integrante de la rotación de abridores, como ocurre con los Indios y Jeanmar Gómez; seguramente el rol de utility, como pasa con los Azulejos y Omar Vizquel, o con Cleveland y José López.
En el caso de Blanco, la decisión de San Francisco pasa por saber si el equipo va a llevar cuatro o cinco outfielders en el roster inaugural, o si Bochy prefiere cargar con dos suplentes del infield, un patrullero y dos catchers en la banca. Algunos equipos prefieren contar con 12 pitchers, otros prefieren 13, dependiendo del calendario y la época del año.
Este frágil tinglado puede determinar la suerte de Blanco por detalles aparentemente aislados, como la ofensiva de Héctor Sánchez; si el aragüeño fuerza su permanencia a punta de batazos y hace que los Gigantes presenten tres receptores en su nómina inicial, habrá que sacrificar un pelotero de posición.
En el deph chart de MLB.com, de hecho, ni siquiera figura Blanco y se sugiere que los californianos irán con cuatro jardineros: Melky Cabrera, Ángel Pagán, Nate Schierholtz y Brandon Belt, con el inicialista Aubrey Huff en capacidad de ayudar como quinto patrullero, si fuera necesario.
De tantos imponderables depende la estadía en el equipo grande de un pelotero que en principio no estaba en los planes.
El propio Sánchez la tiene difícil. No es común que los equipos vayan con tres caretas en su nómina. Eli Whiteside debería ser el suplente de Buster Posey, pero Posey tiene una particularidad que puede jugar a favor de Sánchez (y quizás en contra de Blanco): viene de superar lesiones y perder casi toda la temporada pasada por una lesión en una rodilla, lo que quizás haga que Bochy le use con alguna frecuencia en la inicial, para no forzar la zona operada de su estrella, y pueda sumar otro catcher.
Es complicado. Todos suponíamos que Freddy García tenía un lugar fijo en la rotación de los Yanquis, luego de que cambiaran a A.J. Burnett a los Piratas, y entonces el New York Daily News reveló que el manager Joe Girardi y la gerencia apuestan por Phil Hughes, y que sólo una debacle de Hughes, combinada con un buen desempeño de García, mantendría al “Jefe” en el staff de iniciadores. ¿Ven qué complejo?
¿Cuántos venezolanos realmente tienen opción de comenzar en las mayores? Empezaron 140 en las prácticas de los 30 clubes; posiblemente inicien arriba entre 55 y 65.
La mayoría de esos 140 tiene ya su lugar determinado y es cuestión de tiempo para que lo sepamos. Salvo que Grégor no deje de batear y obligue a Bochy a tomar una decisión que no estaba en sus planes.
Publicado en El Nacional, el domingo 18 de marzo de 2012.
