El más aplaudido del lugar
Oswaldo Guillén debuta en Miami entre el aplauso de la afición
MIAMI
En una tarde en la que el gran Muhamad Alí se presentó al nuevo Marlins Park, el día en que José Feliciano cantó sobre el morrito y José Reyes, Heath Bell, Mark Buehrle y Carlos Zambrano fueron oficialmente presentados a la afición, Oswaldo Guillén fue el más aplaudido del lugar.
Una multitud de 37.000 personas llenó el recién abierto escenario, muchas de ellas con banderas, gorras y camisas con el tricolor nacional.
“Ozzie Time”, ponía una pancarta en los bleachers, con evidente manufactura venezolana.
El inmenso techo corredizo que corona el estadio, que impedía ver el cielo en horas de la tarde, se plegó sobre la tribuna de la derecha, dejando entrar los rayos del sol floridano.
Decenas de aficionados formaron largas colas en cada una de las tiendas donde se venden los uniformes, camisetas y memorabilia del equipo, que este gigantesco centro comercial tiene por doquier. Todos querían vestir el nuevo logo de los peces.
“Ojalá que ganemos con frecuencia, para que la emoción de este día pueda durar”, soltó Guillén, delante de una treintena de reporteros.
La verdadera jornada inaugural de las grandes ligas, superado el abreboca japonés que protagonizaron los Marineros y los Atléticos, convocó a millones de seguidores de la pelota, a través de la transmisión de ESPN.
El comisionado Bud Selig estuvo presente y dio la bendición al nuevo hogar de los Marlins, que Jeffrey Loria, el dueño del equipo, espera marque el renacer de la franquicia.
“Esto es un gran cambio respecto al año pasado”, apuntó con una sonrisa Omar Infante, el camarero de Miami. “Al otro parque no iba nadie. Esto va a ser de mucha ayuda, porque el apoyo de la gente no tiene precio”.
El propio jefe de prensa de la MLB, John Blundell, tomó la dirección de un proceso de acreditación que coordinó la llegada de al menos medio millar de periodistas, columnistas, camarógrafos y reporteros gráficos.
“Esto parece un juego de la Serie Mundial”, rió Guillén.
Afuera, los viandantes que se acercaban al escenario caminaban sobre un diseño cromático de Carlos Cruz Diez, realizado especialmente para decorar la acera contigua al lugar. Una vez más se comprobó la frase inolvidable del film Campo de sueños: Si lo construyes, ellos vendrán.
“Aquí hay comodidades para todo el mundo: para los fanáticos, para la prensa, para nosotros los peloteros”, terció Zambrano.
“Es el mejor estadio en el que yo haya estado”, agregó Guillén.
La presentación de los jugadores de ambos equipos fue el aviso de que la inauguración de la temporada estaba por ocurrir. Primero salieron los visitantes, los Cardenales de San Luis, los actuales campeones. Luego, la tropa local.
“Con el número 13, el manager ¡Ozzie Guillén!”, exclamó el anunciador interno.
Y en medio del aplauso más largo y más sonoro que se escuchó en el atardecer de Miami, el piloto venezolano trotó hacia el home, levantando la gorra con su mano derecha, listo para volver a empezar.
Publicado en el-nacional.com, el miércoles 4 de abril de 2012.
