El emergente: El mejor pelotero de Venezuela

Luis Aparicio

MARACAIBO

Es
arriesgado preguntarlo en la tierra donde nació quien hasta ahora es reconocido
como tal. Pero la pregunta ya la hacen algunos periodistas, está en boca de los
aficionados y no es del todo ilógica, dado lo que el aragüeño ha hecho hasta
ahora.

Hay que hacer matices sin embargo.

Miguel Cabrera

Suponiendo que Luis Aparicio ha sido,
en efecto, el más grande hasta ahora, por ser el único con una placa en el
Salón de la Fama de las grandes ligas, hay aspectos que complican la
comparación: el nativo de Maracay, por ejemplo, ha recorrido apenas un poco más
de la mitad del camino transitado por el marabino, que actuó en 18 temporadas
en las mayores; además, Aparicio ya pasó por el escrutinio de los votantes que
deciden quiénes merecen entrar al pabellón de Cooperstown, Cabrera no.

Aún así,
tratemos de poner en contexto la comparación.

Recibió votos el Jugador Más Valioso en 9 oportunidades. El
aragüeño ya acumula 10.

Logró 9 guantes de oro por ninguno del antesalista,
pero éste ya cuenta 4 bates de plata, una distinción que se creó en 1980 y
que el inmortal de Maracaibo probablemente no habría obtenido en muchas
ocasiones, por ser su fuerte la defensa, más que el bateo.

Esto explica que,
aunque Aparicio se retiró como el venezolano con más hits de todos los tiempos,
2.677, su línea ofensiva apenas fuera .262/.311/.343 contra .318/.395/.561 de
Cabrera, que ya es el líder histórico en la embajada nacional tanto en average
como en slugging, y está a punto de desplazar a Bob Abreu en el promedio de
embasado.

¿Basta eso para establecer el contraste? No, en modo alguno. Lo único
seguro hasta ahora es que uno es un defensor brillante y el otro es un toletero
excepcional.

Cada uno tiene quien le dé la pelea en su especialidad, por
cierto. Omar Vizquel ganó 11 guantes de oro y dejó una nueva marca de inatrapables;
Abreu y Andrés Galarraga tienen méritos ofensivos que no se pueden olvidar.

La
primera parte de la enumeración que hicimos, no obstante, permite aclarar un
poco el panorama. No hay mayor señal del respeto que sienten aficionados y
periodistas que el voto al Juego de Estrellas y al Más Valioso.

La fanaticada
de su tiempo, en eso, reconoció a Aparicio como el mejor shortstop de su
tiempo, ya que más de la mitad de sus apariciones en el clásico de julio fueron
como abridor. Al slugger aún le falta esa aclamación popular. Le tocó medirse
en la Liga Nacional con Albert Pujols, las últimas veces, y en la Americana con
los muy populares Mark Teixeira y ahora con Adrián Beltré.

Menos emocional,
aunque no exento de emociones, es la opinión de los medios. En ese sentido, el
paso del maracayero por la gran carpa ha sido clamoroso.

Ningún criollo en la
historia ha recibido votos para el Jugador Más Valioso en todas sus zafras de
servicio. Tiene de 10-10. Esto es un caso notable, que recuerda, por ejemplo, a
Ted Williams, quien también apareció en las planillas desde su año de novato
hasta el del retiro, salvo un torneo en el que apenas disputó seis duelos.

El premio
que acaba de obtener Cabrera es el punto más alto, el mayor logro que ha conseguido
un criollo, salvo por la entronización de Aparicio en el Salón de la Fama. Lo
hizo, además, con una Triple Corona, aunque la evaluación tiene que considerar
el largo plazo antes que lo conseguido en un campeonato.

La comparación es
apasionante y difícilmente tenga respuesta ahora. A menos que el aragüeño
mantenga el paso por un tiempo más.

Tiene cómo. Aún no cumple los 30 años de
edad.