El venezolano Gleyber Torres se quitó la presión de cubrir las paradas cortas y comienza a batear con la consistencia. Hace una semana que el mánager Aaron Boone anunció el cambio de posición del caraqueño y desde entonces ha dado hits en todos sus encuentros.
El bateador derecho fue decisivo en la victoria que consiguieron los Yankees de Nueva York ante los Rangers de Texas, el miércoles.
El camarero pegó un doble en la octava entrada. Ese cohete significó llegar a nueve partidos seguidos dando al menos un hit. Para rematar, con ese batazo volteó la pizarra y al final el elenco de la Gran Manzana se impuso 7 por 3.
Y el infielder sonríe, finalmente, después de un año complejo.
«Solo estaba tratando de poner la pelota en juego», dijo a la cadena YES al terminar el compromiso. «Estos pitchers lanzaron bien toda la noche. Yo solo intentaba hacer daño y pude lograrlo».
Gleyber Torres había bateado en la sexta entrada con las bases llenas y con un out, pero se ponchó tirándole. En ese momento tuvo la oportunidad de igualar las acciones, pero Dennis Santana logró apagar el fuego. Dos innings más tarde, el segunda base pudo reivindicarse.
«Estaba esperando tener otra oportunidad», admitió Gleyber Torres. «Y, afortunadamente, la tuve».
«Hizo un gran trabajo yéndose a la banda contraria», agregó el timonel de los Mulos del Bronx. «Nos dio la ventaja y fue un momento enorme».
También es uno de los mejores días para el venezolano en el año.
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En sus nueve compromisos dando imparables tiene promedios de .355/.459/.419, con par de tubeyes, dos fletadas y tres anotadas.
Esa es su segunda racha más larga en el torneo en curso, después de la que logró a finales de julio en donde cosechó un hilo de once compromisos.
Por Marcos Grunfeld