El lanzador Eduardo Rodríguez casi logra una tremenda salida frente a los Mets de Nueva York. La labor del venezolano comenzó muy bien. El valenciano retiró a nueve de sus diez primeros rivales, pero cuando se encontró a la artillería dirigida por Luis Rojas en la segunda vuelta del lineup, trastabilló, hizo demasiados pitcheos y se retiró a las duchas sin completar cinco innings.
El carabobeño hizo 92 envíos al plato en 4.1 entradas.
«Tuvo un buen desempeño tirando su cambio», analizó el mánager Alex Cora al terminar el compromiso. «Pero a veces se puso en una mala situación».
Los problemas comenzaron en el cuarto episodio cuando entregó tres boletos a sus cuatro primeros rivales de ese acto. El zurdo llenó las bases con su descontrol. J.D Martínez fletó una con el tercer pasaporte que concedió el monticulista en ese momento y después Michael Conforto sonó un hit que pudo ser más caro, pero el fornido Pete Alonso fue puesto out en la registradora.
El jardinero al final remolcó solo una rayita.
«Pudo evitar un daño mayor», respiró aliviado el timonel boricua cuyo equipo se impuso 6 por 3. «Ese capítulo pudo ser grande (para los Mets), pero solo anotaron dos veces».
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En el inning siguiente, Eduardo Rodríguez se metió otra vez en problemas al tolerar un sencillo de Brandon Nimmo y un doble de Francisco Lindor. Eso marcó su salida del encuentro para darle paso a Ryan Brasier que puso orden sin que su colega sufriera más daño.
El nativo de Valencia terminó su trabajo con dos carreras, cinco hits, tres boletos y cinco fusilados.
La ofensiva de los patirojos pudo producir y terminó ganando para que así el escopetero venezolano se marchara sin decisión.
Por Marcos Grunfeld
