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EL EMERGENTE. Si Pompeyo viviera, habría hecho como Dave Roberts

EL EMERGENTE

Por Ignacio Serrano

Dave Roberts recibió una andanada de críticas de quienes aman el beisbol tal como se jugaba antes. Pero el manager de lo Dodgers estaba obligado a quebrar las estrategias de Gabe Kapler, su colega de los Gigantes, y lo logró con un golpe audaz, que pinta como nunca hasta dónde ha llegado el juego táctico del deporte que se precia de ser el mas cerebral de todos.

Si el gran Pompeyo Davalillo viviera, hoy aplaudiría a su colega. Y si aún dirigiera, de seguro también se inventaría lances así.

Roberts destrozó la visión tradicional al anunciar que el único ganador de 20 juegos este año, candidato al premio Cy Young, no sería el abridor del juego decisivo. En su lugar optó por enviar a la guerra al relevista Corey Knebel desde el primer inning.

¿Genialidad? ¿Herejía?

El plan era obvio. El propio timonel puso sobre la mesa todas sus cartas, al adelantar en la rueda de prensa del jueves que el mexicano Julio Urías sí iba a lanzar en la noche. Y subrayó que esperaba verle lanzar mucho. Pero no desde el comienzo.

La ofensa a las formas y costumbres es evidente. Urías era el indicado para abrir, porque es abridor y ha lanzado como un as. Pero también era evidente el objetivo de Roberts.

Kapler es un técnico inteligente, formado en las nuevas tendencias, gran motivador y entusiasta de la idea de armar lineups diferentes, según el pitcher rival.

Los Gigantes ganaron 107 juegos en la fase regular gracias, entre otras cosas, al modo en que él sacó lo mejor de esa subestimada alineación. Y su orden ofensivo fue produciendo más y más, conforme la campaña avanzó.

Así que Roberts obligó a Kapler a cambiar su plan de vuelo. Knebel es derecho y no iba a tirar más de un inning. ¿Era mejor armar un lineup derecho, a la espera de que Urías entrara en el segundo? ¿Y si los Dodgers seguían trayendo relevistas derechos en el segundo, el tercero, el cuarto? El mexicano podía venir en el quinto y llegar, digamos, hasta el noveno. ¿Qué planeaba exactamente el dirigente de los azules?

Lo más apasionante del beisbol es el juego de estrategias. Y las nuevas tendencias, el análisis exaustivo del contrario, de su rendimiento estadístico y sus tendencias, nos ha puesto en el disparadero de preguntarnos hasta qué punto se puede sorprender al rival con inesperadas movidas en el ajedrez.

Kapler rompió su norma y presentó una alineación mixta. Mantuvo, por ejemplo, a Tommy La Stella y Wilmer Flores, que son inferiores ante derechos. Primer round para Roberts, que sacó a su colega de la zona de confort.

El guión siguió cuando relevó otro diestro lanzallamas, el venezolano Brusdar Graterol. Y entonces, en el tercero, Urías relevó.

Era evidente que el zurdo iría lejos si lanzaba como se esperaba. Se topó con un orden ofensivo menos hostil, pero San Francisco reaccionó sustituyendo a La Stella por el colombiano Donovan Solano y a Mike Yastrzemski por Austin Slater. ¿Acabó eso con la audaz jugada de Los Ángeles?

No. Porque la consecuencia fue que los Gigantes perdieron buena parte de su profundidad después de apenas dos innings. Los dos jugadores removidos solo tomaron un turno y quedaron imposibilitados de ayudar en las postrimerías del choque. Fue un segundo round para Roberts, que logró disminuir las opciones de sus adversarios con vistas a los últimos actos.

Vayamos al noveno inning, para probarlo: con La Stella y Yaz fuera, no hubo un zurdo de nivel que pudiera batear por el derecho venezolano Wilmer Flores. Y el diestro Max Scherzer lo ponchó, para desatar la celebración.

Urías lanzó largo, aunque no tanto. Recorrió cuatro buenos actos. Habría sido el ganador si Darin Ruf no le saca ese jonrón. Son gajes del oficio cuando dos buenos pistoleros están en duelo, uno frente al otro. Ya para el séptimo episodio podía venir a lanzar el resto del bullpen.

¿Pero eso no era sobredirigir? ¿No había gastado Roberts parte de su cuerpo de bomberos al comenzar el tope con dos de ellos?

No. Porque la estrategia del piloto angelino estaba construida sobre dos pilares. Uno, que su staff es el mejor de toda la MLB en 2021. Fue el de mejor efectividad colectiva, el que menos carreras sucias y limpias permitió, el que más opciones tiene para lanzar. Y dos, porque hasta Scherzer estaba disponible para subir a la lomita.

Cualquiera de los dos ha podido ganar el juego. Cualquiera ha podido ganar la serie. Y cualquiera de ellos ha podido ganar la División Oeste. Pero Roberts movió las piezas con inteligencia y heterodoxia, buscando darle a sus peloteros el mejor chance de responder.

El hit de Cody Bellinger fue inesperado, al menos en este año terrible para él. Pero llegó en el momento justo y Scherzer se encargó de tirarle la puerta en la cara a los Gigantes, para llevarse el salvado.

Un relevista abriendo un juego decisivo de playoff. Un abridor con 3.000 ponches en las Grandes Ligas saliendo a cerrar el juego. Un ganador de 20 que es removido de su anunciada apertura y es empleado luego a partir del tercer episodio.

Nada de eso es necesariamente nuevo. Randy Johnson se empleó en todos los roles para llevar al título a los Diamondbacks de Arizona en 2001. Y en 2018 vimos a Craig Counsell usar un opener zurdo, Dan Jennings, para obligar a los Cardenales de San Luis a armar un lineup con puros derechos. Counsell se llevó a Jennings después de un tercio, tras retirar al entonces encendido Matt Carpenter, primer bate y único zurdo de la alineación. Y trajo en ese mismo primer inning al diestro dominicano Freddy Peralta, su abridor habitual, para que lanzara largo en el juego contra 8 bateadores de su mano.

Los Cerveceros de Milwaukee necesitaban ganar ese juego, porque estaban en carrera por los playoffs contra los pajaros rojos. Counsell le ganó la mano a Mike Schildt y se metió en la postemporada. Los alados no.

Roberts y el puertorriqueño Alex Cora son managers de nuevo cuño, claramente casados con el nuevo análisis, pero saben cuándo hay que dejar hablar al corazón. Brian Snitker se maneja bien entre las dos aguas. Hasta el veteranísimo Dusty Baker se ve cómodo agregando aspectos de la modernidad beisbolera a su antes rígida forma de dirigir.

No sorprende que ellos sean los cuatro mandamases finalistas.

Quizás Kevin Cash, la cara más visible entre los managers sabermétricos, pueda aprender la lección contraria que también deben aprender los amantes a ultranza de la tradición. En postemporadas hay que usar todas las herramientas posibles: el instinto y las tendencias. La confianza en los tuyos, sí, pero también la audacia para cambiarles de rol si los argumentos son buenos.

Hoy es imposible ganar aplicando la estrategia que se empleaba en los años 70 u 80. Pero emplear tácticas como estas, en realidad es un elogio al deporte que se precia de ser un verdadero ajedrez.

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Roberts contó que su decisión nació de un consenso impensable hace años. Desde la gerencia general, pasando por el departamento de análisis estadístico, hasta los coaches y los pitchers involucrados, todos opinaron.

Pudo haber perdido. Pero hizo todo lo necesario para ganar. Y ganó.

Igual hacía el gran Pompeyo cuando daba una orden que rompía con todo lo establecido para entonces. Por eso seguimos recordándolo como un genio. Y por eso estamos seguros de que hoy también harías cosas así. Porque él, como Roberts, como todos, lo único que deseaba era ganar.

Y para ganar, claro, tienes que ser capaz de sacar todas las ventajas posibles frente a tu rival.

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One thought on “EL EMERGENTE. Si Pompeyo viviera, habría hecho como Dave Roberts

  1. La estrategia es ciertamente audaz, al Kapler le faltó ser audaz tambien, porque pareciera que el analisis se hace desde el punto de vista de que Kapler tenia las manos amarradas. Kapler pudo poner su lineup contra zurdos y esperar a que Robert colocara a Urias que era el pitcher que por logica iba a ir mas largo. Al final los enfrentamientos derecho contra derecho son mas comunes que los de zurdo vs. zurdo. De hecho la estrategia podia forzar a Robert a agotar sus relevistas derechos tratando de evitar el lineup contra zurdos o colocar al zurdo y ya tienes tu lineup preparado. Me parece que Kapler manejo en automatico al cambiar dos jugadores en el tercer inning, de paso dio la impresión que no lo esperaba, porque tal como dices Ignacio perdio a dos hombres que le quitaron profundidad para el final del juego, En cuanto al relevo del final no pierdas de vista que Wade Jr estuvo a nada de dejarlos en el terreno. En mi opinión el beisbol se esta poniendo aburrido y predecible, pareciera que se maneja a los equipos con un manual de instrucciones y la impresión que da es que cualquiera puede hacerlo de esa forma hay cero instinto detras de las decisiones , por otro lado las formaciones especiales esta basada en el simple hecho de que todos los bateadores quieres sacar la bola del parque, es raro ver a un bateador tratando de dar una linea a la banda contraria.

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