PEDRO Padrón Panza no era un hombre que podía acostumbrarse a los reveses. Por eso, desde algún palco especial estará apesadumbrado por sus Tiburones, escuadra aguerrida que tuvo bajo su égida por mucho tiempo. Hombre triunfador en los negocios, PPP no escatimaba en gastos para vencer frecuentemente. Así fue con sus vehículos de transporte y otros asuntos muy peculiares que manejaba en su terruño litoralense. De buenos modos y suave trato siempre encontraba agrado en conversar con este periodista y los medios en general. Fraguó una escuadra de vehemente juego, de satisfacciones habituales, infundiendo respeto a los adversarios…
PADRÓN se alió con Luis Aparicio en los 60 para conquistar sus dos primeros torneos, ganando fama por las habilidades expuestas en la mesa de negociación y en la contratación de importados de fuste. Vaya que mejor no hacemos cuentas de aquellos refuerzos. Pero citemos algunos: Dave Johnson, Al Bumbry, Paul Casanova, José Cardenal, Pat Kelly, Marcelino López, Rollie Fingers, Jim Rooker. Darold Knowles. Uff, la lista es larga, paremos. Hizo material criollo a granel. Su plantilla era un emporio de buenos jugadores nativos, otra nómina profusa…
EL asunto es que los Tiburones van por 36 años sin ganar una copa criolla. Es mucho tiempo para la tropa de la samba y la alegría, un rival antes respetado por su ahora extraviada capacidad para fabricar victorias. Se ha convertido en favorito sentimental de muchos porque es un club simpático, de historial lujoso, acumulador de éxitos. Parece el momento de revisar de punta a cabo, de cima a sima. Qué pensará por allá arriba, con Padrón Panza, el nunca bien ponderado José Ignacio Cabrujas, fanático tiburón de fuerte amarre.
LA carrera por el MVP también está en la recta final. Hay favoritos claros, suenan nombres: Balbino Fuenmayor (.373, 49CE, 10HR, 1.037 de OPS), Nellie Rodríguez (14HR, 48CE, 1.072 de OPS), Ramón Flores (.422, 1.116 de OPS), Ildemaro Vargas (11HR, 39CE). En esa cuarteta debería estar el ganador del premio. El de Caribes, «Balbineitor», luce con los máximos logros para acreditarse la más alta votación. Hay quienes tienen otras maneras de escrutar el más valioso. A veces un pelotero cargado de buenos guarismos está acompañado de varias figuras que redondean al club. En otras, un jugador destaca abiertamente con la responsabilidad de su divisa. En fin, entre gustos y colores…
EL cardenal Jackson Stephens está encaminado hacia el galardón «Pitcher del Año». La efectividad líder de 2.08 es una novedad en un circuito donde los bateadores destrozan a los serpentineros. Lejos, de escolta, aparece Yoimer Camacho (3.23). El diestro (5-3) es tercero en ponches (38), cinco detrás de Liarvis Breto, y es séptimo en innings trabajados (43). Está también de tercero en WHIP (1.29). Comenzó de relevista intermedio y luego entró en la rotación. Sus dos salidas recientes acentuaron la posibilidad de llevarse el lauro anual. Parece no tener rivales de postín. A final de cuentas inserta una mala noticia para su club. No estará en el round robin, se marcha antes de Navidad. Un gran hueco en la rotación…
EL debutante Wilfredo Romero seguramente será el Manager del Año. Tiene a Magallanes en punta hace rato y ha organizado el elenco de una manera incuestionable…
JHEYSON Manzueta (Caribes) y César Jiménez (Tigres) llegaron al juego del miércoles en Maracay con efectividades por encima de 6.00. Se fajaron en seis entradas y hasta allí solo hubo dos hits en el partido, ambos de Aragua. El beisbol es así…
WILLIANS Astudillo suma en seis temporadas 21 ponches en 887 turnos, uno cada 42 viajes al plato. Semejante capacidad para no abanicar no tiene parangón en esta liga y vaya uno a saber si en ningún circuito de alto nivel. Empero, este año solo despacha para .276.
CARDENALES va por sexta campaña seguida a los playoffs. Se trata de un gran trabajo de los protagonistas en el terreno y el desempeño indudable de la gerencia. Ir a su sexta final en fila sería un logro, valga repetirlo, de alta suficiencia. Carlos Mendoza ha manejado bien el pitcheo y ese es el fundamento esencial de un estratega exitoso. En la cueva se respira un gran ambiente y ese es otro de los aspectos que le dan buena aureola a un dirigente de campo. La ausencia de Stephens obliga a buscar un pitcher sustituto –difícil con esa calidad– y posiblemente a tener otra adición monticular que permite el reglamento de la postemporada, mediante el cual se puede agregar un jugador y sustituir a otro. En un campeonato de bateadores lo obvio es acentuar la mirada en el pitcheo, base del éxito hasta ahora para Lara…
EL equipo probablemente no tendrá a Gabriel Moreno en la postemporada ya que el prospecto de los Azulejos fue autorizado con limitaciones, entre ellas que solo puede ver acción como designado…
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EXTRABASES DE ALFONSO SAER. Nadie quiere ver el lineup de Caribes
IMPRESIONANTE Pedro Castellanos. Su poder es bárbaro y a la vista está con sus ocho cuadrangulares, gran novedad en las alforjas de un novato y récord para un debutante en la LVBP, empatado con Salvador Pérez. La abundante banca de Cardenales no le ha permitido la actividad a diario, pero el manager Mendoza le ha sabido sacar provecho. Terminará siendo un buen inicialista este jugador a quien hemos bautizado como «la torre de Torres». Agrega seis dobles para alcanzar un OPS de .922. Gran futuro.
Por Alfonso Saer
Alfonso Saer tiene más de 50 años en los medios de comunicación venezolanos.
Es la voz más reconocible del Cardenales de Lara desde hace décadas, compañero de las más grandes figuras de la locución en el país: Delio Amado León, Rubén Mijares, Carlitos González y Carlos Alberto Hidalgo, entre otros. También es uno de los periodistas de mayor trayectoria en el país, reportero de El Nacional y El Impulso, cuya página deportiva dirigió por años.
Su columna es la más veterana entre las que actualmente se escriben en Venezuela para la prensa deportiva local.
Síguelo en Twitter: @alfonsosaer
Saludos, amigo Saer. Corroboro todo lo antes expuesto por Ud.en lo concerniente a Tiburones de La Guaira. Importante sus palabras hablando de Padron Panza, antiguo dueño de la divisa y mentor de sus otroras glorias. Por ahí va la cosa, por sus actuales dueños. Para nadie es un secreto que, mientras esos señores sigan ahí, el equipo no va para ningún lado, excepto a a una sempiterna eliminación. Lamentablemente cuando acabe la temporada y termine el bullicio de la mísma, todo esto caerá en saco roto y por supuesto en el olvido. Empezará de nuevo el círculo vicioso de hace 36 años en las que depositaremos nuestras esperanzas en unos falsos señores «que les duele el equipo». Si a eso se le puede llamar dolor. Aún conservo un hilito de esperanza en la que alguien diga, venga de donde venga, EXPROPIESE! Así de desesperados estamos los fanáticos de Tiburones que hasta anhelamos eso porque ya ni que vengan los marines nos salvamos de esta «directiva». Algún parecido?
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En realidad me gustaría que todos, absolutamente TODOS los jugadores que aún sienten algo por el equipo Tiburones de La Guaira dieran una rueda de prensa y dijeran lo que realmente ocurre con la divisa puertas adentro. Que expresen, con todas sus letras sus carencias, la falta de una logística más o menos decente por parte de sus actuales dueños. Que no sean solo rumores que uno escucha por algún que otro fanático dolido, que se digan todas las verdades publicamente a ver si alguien o algún ente ineteresado en recuperar su buen nombre ponga fin a ésta larga y penosa situación que vive el equipo. hay que hacer algo al respecto!
El error de la guaira está en el gerente deportivo el cargo le quedó grande
Saludos. Deseo expresar mi reconocimiento a mi gran amigo y colega Alfonso Saer, periodista y narrador con clase, la Voz del Cardenales de Lara por tantos años. Por otra parte, Alfonso es un superviviente de una constelación de locutores, comentaristas de renombre en nuestra pelota venezolana,. No debemos olvidar a profesionales de la clase de Pancho Pepe Cróquer, Carlos Tovar Bracho, Carlitos González, Hermán «Chiquitín» Edtegui, Rubén Mijares, Mario Dubois, Delio Amado León, Arturo Celestino Álvarez, y paremos de contar. Recuerdos, solo recuerdos. Sinceramente Miguel Azpúrua.