Por Marcos Grunfeld
El béisbol es un deporte lleno de supersticiones. Por años han trascendido a la luz pública rarezas que llevan a cabo los peloteros y fanáticos para buscar más suerte en sus desempeños o en las victorias de sus equipos preferidos. El venezolano Luis Guillorme acudió a una de esas después de la jornada del 18 de abril. Hasta ese momento no había dado su primer hit de la temporada, entonces agarró su afeitadora y se removió la barba por primera vez en dos años.
La noticia no pasó desapercibida y fue objeto de artículos, tweets, memes y hasta hubo quien comparó su nueva apariencia física con el personaje de Mullroy en la famosa saga Piratas del Caribe.
Lo cierto del caso es que el venezolano parece haber cumplido su objetivo. Si quería lograr sacudir su ofensiva, cumplir alguna promesa para buscar el despertar o apelar a la suerte, todo indica que lo ha conseguido.
El embajador vinotinto ha dado hits en seis de sus 10 encuentros desde que se rasuró. En ese lapso ha mejorado su promedio de .000 a .243, además suma nueve hits en 25 viajes al plato, tres de esos cohetes han sido biangulares. Además, ha pisado el plato siete veces, ha remolcado dos carreras y ha sido protagonista con jugadas brillantes a la defensiva.
También ha logrado más tiempo de juego, en gran medida después de que los Mets de Nueva York pusieran en asignación al astro Robinson Canó, el pasado 1º de mayo. A partir de entonces, Luis Guillorme ha aparecido en cuatro de los cinco cotejos que ha disputado su equipo. En tres de ellos ha sido titular.
Para rematar, este miércoles sonó su primer jonrón del 2022, aunque no pudo ayudar del todo a sus compañeros porque cayeron 9 por 2 ante los Bravos de Atlanta.
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(Marcos Grunfeld)
La supertición en el beisbol es una constante bobalicona. ¿Qué tiene que ver la barba con el buen desempeño en el cajón de bateo?