Por Roberth Pérez
Omar López terminó finalmente sus compromisos con los Astros de Houston y llegó a Venezuela para tomar el mando de los Caribes de Anzoátegui. La misión que tiene es clara, pues debe salvar al equipo de un fracaso inadmisible.
Los orientales terminaron la cuarta semana del campeonato en la penúltima posición de la tabla, con marca de 7 victorias y 10 derrotas.
A pesar de tener un «trabuco» en el papel, el equipo no funcionó bajo las ordenes de Rouglas Odor.
El pitcheo de Caribes no ha estado nada mal, pues presenta una efectividad colectiva de 3.79, la cuarta mejor de la liga. Mientras que son el segundo equipo con más jonrones esta campaña, con 16. Sin embargo, el promedio colectivo es apenas de .246, el segundo más bajo, y la defensa ha cometido 19 errores, la tercera mayor cantidad.
López tomará las riendas del equipo a partir de este mismo martes. Tiene ahora la tarea de corregir esos aspectos y enderezar el rumbo de la novena. El material lo tiene, solo necesita acomodar las piezas para obtener los resultados.
El estratega tiene récord de 151 ganados y 124 perdidos de por vida en la LVBP, con dos títulos en su palmarés. Así que la afición de Anzoátegui tiene razones para alegrarse.
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UN DATO. Tres bateadores de los Caribes de Anzoátegui tienen promedio de bateo sobre .300. Andruw Monasterio (.325), Asdrubal Cabrera (.306) y Willians Astudillo (.302).
(Roberth Pérez)
Foto: @caribesanz
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