Por Carlos Moreta
Santo Domingo, RD. La campaña actual de los Yanquis de Nueva York tiene pocos motivos para sonreír, empezando con la posibilidad de no acudir a la postemporada mirándolos de frente. Esto, con una fanaticada que piensa en las borracheras de campeonatos al tratarse de los máximos ganadores de Grandes Ligas, crea una situación hasta bochornosa.
El batacazo que podría sufrir la organización no sólo duele porque termina la racha de seis años acudiendo a playoffs o agranda la sequía de perderse la Serie Mundial a 13, sino que incrementa su efecto cuando el equipo presenta una nómina estimada en 274 millones de dólares. En términos simples, lo último que se espera de ese desembolso es ni siquiera llegar a jugar pelota en octubre.
COYUNTURA
Las lesiones han limitado en consideración el funcionamiento adecuado del roster neoyorquino, aunque tampoco puede ocultarse el reto existente para que la ofensiva funcione de manera idónea.
Los bates de los Yanquis han estado rezagados cuando tan solo producen un OPS de .702 que los delimita a la novena peor posición en las Grandes Ligas; en resumen, una muestra de la poca consistencia para llegar a las bases y conectar la pelota a largas distancias.
Lo último mencionado supone que debe crear la mayor preocupación en las oficinas. Aún confeccionando un lineup cuya columna vertebral está compuesta por Aaron Judge, Giancarlo Stanton, Gleyber Torres y Anthony Rizzo, resulta risible ver al mismo equipo sostener el tercer peor promedio (.262) cuando enfrentan bolas rápidas de velocidad menor a las 94 millas por hora.
No dominar este escenario representa una pérdida importante de aquello ideal para los batazos de poder. Y la explicación es simple: el 35,7 % de los cuadrangulares en este 2023 han sido frente a rectas de viajes inferiores a las 94 mph.
Esto, evidentemente, muestra el trabajo por hacer para que la fuerza bruta sea traspasada al terreno de juego. La alineación no está cumpliendo con su meta principal, aun cuando no debe escapar de nuestros ojos los importantes episodios de lesiones. Eso sí, que mantengan la sexta mejor frecuencia de bases por bolas (9,1 %) es una bandera verde.
INFORTUNIOS
Incluso la mala suerte parecería ser un punto a considerar en busca de analizar a los Yanquis, tomando en cuenta los infortunios como las molestias que han alejado de una extensiva actividad a Carlos Rodón (la firma de seis años en la agencia libre pasada), siguiendo con Néstor Cortés (un Todos Estrellas del año anterior limitado a 12 aperturas).
Luis Severino también se incluye en la lista con las persistentes molestias en su haber, sumado el hecho de un nefasto rendimiento una vez tomó el ritmo de aperturas. Ha permitido cuadrangular en cada uno de seis partidos desde el 17 de julio (9 en total).
Domingo Germán terminó la temporada dadas situaciones extracurriculares, entre tanto, los prospectos Jhony Brito y Randy Vásquez no lucen listos.
Gerrit Cole se muestra como el único confiable en la rotación en un año destacado (2.76 ERA, 153 ERA+) y Clarke Schmidt ha sido el paño de lágrimas teniendo que retomar labores de iniciador luego de ser relevista confiable en 2022.
VISTOSO
Los brazos de relevo han sido una cara más agradable a lo anterior, aunque también cargan con sus propios pesares. Los Yanquis tienen el bullpen con el mejor promedio de carreras limpias (3.19) y de bateo permitido (.213), aún teniendo la octava mayor cantidad de entradas (473) dada la coyuntura que han tenido que paliar.
Las luchas están ligadas al cerrador Clay Holmes permitiendo un WHIP de 1.15 –una frecuencia considerable para alguien con responsabilidad de un inning–, agregando que haya perdido casi una milla completa en la velocidad de su lanzamiento principal (sinker).
También reluce el caso de Wandy Peralta, el relevista zurdo de mayor preponderancia allí, quien arrastra una alta tasa de pasaportes (13 %) y situaciones de descontrol en general.
Así las cosas, igual deben reconocerse movimientos de valor como fue la contratación de Ian Hamilton (1.87 ERA) bajo acuerdo de Liga Menor en febrero.
REPROCHABLE
Ante tantos retos enfrente y apartados que deben hacerse funcionar pretendiendo conseguir victorias, una conducta condenada por los fanáticos es la “pasividad” con la que se han manejado las cosas. Un ejemplo de esto fue la fecha límite de intercambios, cuando “los Mulos” hicieron de Keynan Middleton su principal adquisición.
En el momento de estas líneas, los neoyorquinos están a un partido debajo de quinientos (60-61), alejados de un puesto de comodín por 6.5 victorias y de la cima en su división por 14. Todavía con brechas por cerrar, aunque restando 41 juegos hasta terminar la regular. ¿Clasifican o quedan en el camino? El tiempo responderá.
LEE TAMBIÉN:
Si quieres explicar el WAR, muestra a Ha-Seong Kim
(Carlos Moreta)
Foto: @yankees
Carlos Moreta es periodista y analista de beisbol, oriundo de la República Dominicana. Ha trabajado en importantes medios, como Listín Diario, y puedes seguirlo en Twitter a través de su cuenta @CarlosMoreta01.
Ayuda a que El Emergente no se pierda un juego.
Colabora con este proyecto en la página patreon.com/IgnacioSerrano. O apóyanos con cualquier monto a través de paypal.com/ignacioluiserrano.
Muy buenas tardes para mí todo empieza con el cambio de Urshela y Mongomeri. Traer a Donalson a 3 ya ido del juego ya ni recuerdo quien vino en el cambio a bandas
Treviño cumplió pero no es un AllStar lo demás pura pérdida. Kalefa y el jardinero izquierdo que no trajeron toda una perdida y por último las lesiones de costumbre de el Juez y Stanton. Boone y el GG es otra historia de indiferencia y apatía. El Jefe de a vuelto a morir.