Por Ignacio Serrano
Los fanáticos de los Filis, haciendo valer su bien ganada fama, hicieron vivir un infierno al venezolano Orlando Arcia este jueves, convirtiéndolo en la principal víctima de los Bravos durante su adiós a los playoffs de la MLB.
Cánticos desde las tribunas, gritos dirigidos a él desde arriba del clubhouse, camisetas burlescas en referencia al episodio protagonizado por el shortstop de Atlanta… hasta los propios jugadores de Filadelfia se sumaron a lo que resultó un verdadero acto de bullying deportivo.
Los aficionados en la Ciudad de la Libertad son conocidos por su acritud, fiereza y capacidad para criticar duramente a los protagonistas de todas las ligas profesionales. Y en esta oportunidad hicieron todo lo posible para poner presión sobre el torpedero oriental y sacarlo de quicio, literalmente, como pudo verse en uno de tantos videos tomados por los asistentes al Citizens Park.
«¡Cállate, cállate, cállate!», grita tres veces Arcia ante el supuesto acoso que le hacían desde arriba de la cueva. Y luego de que respondiera a las burlas sacando él también la lengua, se ve cómo su compatriota Ronald Acuña Jr. trata de hacerle volver al juego y recuperar su concentración.
Todo comenzó cuando reporteros que cubren la postemporada divulgaron las felices expresiones del infielder venezolano tras el error cometido el lunes por el astro Bryce Harper.
La mala carrera de Harper le costó la derrota a los Filis. Y Arcia gritaba en el clubhouse, en plena celebración de los Bravos: «¡Atta boy, Harper, atta boy!». Lo que se traduce como «Muy bien, muchacho, buena esa».
Las expresiones burlonas llegaron a oídos del slugger, que descargó dos jonrones el miércoles y se quedó viendo al shortstop al cruzar por la segunda base.
Hasta la cuenta oficial @phillies hizo leña de ese árbol caído:
«Cuando uno gana, en el clubhouse uno puede hablar lo que uno quiera», declaró Arcia el miércoles. «Lo que pasa es que hay gente que pone lo que no tiene que poner. Porque son unos chismosos».
Harper replicó con pocas palabras, al ser interrogado en la rueda de prensa de esa noche: «Me dijeron algo. Eso es todo. Sí, me le quedé mirando». Y ya.
Pero hasta en la celebración del clubhouse en Philly se vieron camisetas alusivas al vaporón sufrido por Arcia.
Toda la Serie Divisional fue una tortura para el venezolano, al menos en cuanto a la producción. Remató con dos turnos fallados este jueves y fue sustituido por un corredor emergente.
Arcia bateó de 13-2 en la postemporada (.154 de average, sin extrabases). Aunque es justo recordar que los Bravos estuvieron apagados en general.
Atlanta dejó .186 de average colectivo en el duelo contra Filadelfia, con apenas 8 carreras anotadas en 4 juegos. Tamaño slump ocurrió luego de empatar en la ronda regular el récord de 307 jonrones conectados por un equipo en una temporada.
Arcia terminó siendo la víctima propiciatoria. Y durante un tiempo le perseguirán los cánticos de las tribunas del Citizens Ballpark, que también le dijeron, a toda voz: «¡Atta boy, atta boy!».
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UN DATO. El próximo juego de Orlando Arcia podría ocurrir en el estadio Monumental de Caracas. El campocorto no ha descartado volver a defender a los Leones en la LVBP.
(Ignacio Serrano)
Foto: @phillies
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Arcia le encanta perrear y el debería mejorar su comportamiento es un súper jugador pero debe madurar en ese aspecto cuando lo haga será un pelotero fuera de serie.
Nunca llegaré a entender el comportamiento de Arcía. De donde el viene los fanáticos son más salvajes, usan malas palabras; es el pan de cada día. En EE.UU solo gritan «buu buu buu», eso no debería afectar a ningún pelotero del caribe y menos la bulla. Parece que Arcía se graduó de señorito.
Ésto es increíble, porque no dicen qué cómo Arcia es latino, piesa clavé de la columna central del equipo, hicieron hasta lo imposible pará sacarlo de concentración. Porque no le aplicamos una prueba a Harper, y Castellano, para ver de dónde proviene ese desempeño
Castellanos también es latino. Es cubano americano
La mejor jugada del play off indudablemente fue esa, para un tipo que le pagan 400 de los grandes y corre de esa manera las bases, da mucho que pensar. Ya veo que pocos juegan baseball aquí