Por Marcos Grunfeld
El 9 de diciembre de 2005 a Carlos Subero le sorprendió una llamada de Óscar Prieto Párraga. El directivo citó al entonces coach de banca de los Leones del Caracas al Centro Comercial Paseo Las Mercedes. El caraqueño ya imaginaba lo que venía porque unas horas antes Omar Malavé le había entregado el lineup en medio de una paliza que el extinto Pastora de Los Llanos le estaba dando a los melenudos.
El fallecido piloto había intentado renunciar una vez al ver que las cosas no salían en la tropa capitalina. La directiva que entonces encabezaba Ariel Prat no le había aceptado aquello al cumanés, pero la presión lo superó al ver que sucumbían en los últimos puestos de la entonces División Oriental de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
Prat y Prieto Párraga le pidieron a Carlos Subero que tomara las riendas del club con 21 triunfos y 22 derrotas a cuestas. Faltaban menos de tres semanas para terminar la ronda regular y aquel joven que solo tenía 33 años aceptó el reto e hizo lo impesable.
«Cuántas personas tienen la oportunidad de decir que fueron campeones como manager del equipo de su infancia. Es una alegría muy grande».
CARLOS SUBERO A THE BEATWRITER / EL EMERGENTE
La tropa felina ganó 23 de sus siguientes 34 compromisos bajo el mando del nuevo y entonces desconocido estratega. Lograron avanzar al Round Robin cuando parecía imposible, siguieron para la final y acabaron con el yugo que tenían los Tigres de Aragua.
«Tuvimos un mejor bullpen», recuerda el caraqueño entrevistado en The Beatwriter. «También se combinaron muy bien los peloteros de experiencia con los jóvenes. Queríamos la revancha (contra Aragua)».
Los melenudos hicieron la tarea al sacar un triunfo en el José Pérez Colmenares, en donde comenzó aquella final. Después ganaron los tres en casa para terminar la peor sequía de títulos que había sufrido el club en su historia, hasta ese momento.
«Se dio todo», añadió Subero. «Todo el que estuvo con los Leones te puede decir que cuando agarramos el equipo que se plantearon cuatro metas que eran ir al Round Robin, a la final, ganar el torneo y la Serie del Caribe».
El 9 de diciembre aquello parecía totalmente inimaginable con la situación que vivían los caraquistas, pero se cumplió el presagió. Aquella fue la primera vez en la historia que Venezuela ganó la justa que se realiza anualmente en febrero de manera invicta.
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«Soy una persona de pocas expresiones, pero cuando vi que la pelota le pegó a Erick Aybar en la cabeza, fue un gran momento de alegría».
CARLOS SUBERO A THE BEATWRITER / EL EMERGENTE
(Marcos Grunfeld)
Foto: @CervecerosMKE
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