Tras un extenso slump para comenzar la temporada, Gleyber Torres finalmente recuperó su mejor versión y eso lo confirmó este martes con su tercer cuadrangular de la temporada. El segunda base fue la única buena noticia para los Yanquis de Nueva York que, cayeron ante los Marineros de Seattle, pero se ilusionarán con el despertar de su slugger.
Porque el venezolano tiene promedio de .322 con dos cuadrangulares y siete carreras remolcadas en sus últimos 11 encuentros. Mientras que su OPS es de .853 en sus más recientes 25 visitas al plato, una muestra de que el swing de Torres está en su mejor momento de 2024.
Fue precisamente lo que se observó ante los nautas. Gleyber golpeó una recta de Trent Thornton que dejó en el centro del plato y la sacó por todo el jardín central, estacazo que tuvo un recorrido de 392 pies y que viajó a 103.9 millas por hora, métricas que enseñan la potencia que desplegó el venezolano.
Con ese tablazo Torres trajo a tres compañeros al plato y llegó a 14 carreras remolcadas en el certamen. Por su parte, al irse de 3-1 su promedio de bateo quedó en .223 que todavía es muy bajo, pero que empezará a aumentar con lo exhibido recientemente.
Gleyber Torres también negoció un boleto para enseñar disciplina en el plato. Es otro aspecto importante, porque el infielder ha mostrado problemas para hacer contacto y los rivales explotaron ese inconveniente lanzándole envíos fuera de la zona.
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“Me siento bien. Creo que a veces las cosas no van por el camino correcto. Siento que he golpeado un par de bolas realmente buenas y, lamentablemente, todo se ha acabado. Ya he dado un par de paseos. En algunos turnos al bate veo seis o siete lanzamientos. Quizás no obtenga los resultados correctos, pero me siento bien. Estoy viendo la pelota un poco mejor. Espero tener más consistencia pronto”.
Foto: captura de MLB Network