SAN LUIS
Los herederos de Alfonso «Chico» Carrasquel resplandecerán hoy en el firmamento de las grandes ligas, cuando a partir de las 7:30 de la noche venezolana comience el Juego de Estrellas en el Busch Stadium de San Luis.
Félix Hernández, Johan Santana, Francisco Rodríguez y Víctor Martínez sonrieron con orgullo ayer, en la presentación de los equipos, y animosamente tomaron parte de la jornada de práctica, antesala del Derby de Jonrones, que se celebró horas después.
Roy Halladay, por la Americana, y Tim Lincecum, por la Nacional, fueron anunciados como los pitchers abridores del clásico, que se celebrará en una ciudad tomada por gigantografías y retratos de Albert Pujols, figura señera de los dueños de casa y «el bateador más completo de este momento, pues los números no mienten», según el propio Santana.
El nombramiento de Halladay y Lincecum impidió que por primera vez un lanzador criollo comience el choque estelar, un privilegio para el que Hernández hizo merecimientos en el último mes de acción.
«Estar aquí era una de mis metas», dijo el «Rey Félix» con inocultable satisfacción. «Creo que mis pitcheos son los mismos de siempre, pero la experiencia me ha servido para dominar más a los bateadores».
Hernández llega a su primer Juego de Estrellas con 23 años de edad y la segunda mejor efectividad de la Americana, superior incluso a la de Halladay. Santana, en cambio, trata de dejar de atrás «un mes de junio desastroso» que afeó sus estadísticas generales.
«No diré que estoy sorprendido, aunque creo que los méritos que he conseguido en mi carrera y el buen inicio de esta campaña permitieron que estuviera entre los seleccionados para estar aquí», comentó el «Gocho».
Santana y Rodríguez debieron dedicar la mitad de sus declaraciones a desestimar el mal momento de los Mets y asegurar que el equipo «va a estar bien, está bien», en palabras del cerrador.
El «Kid» también afirmó estar «feliz, disfrutando al máximo», luego de superar «el reto de enfrentar una nueva liga». Fue un motivo en el que coincidió con el merideño, pues aunque ambos están en su cuarta presentación en esta cita, nunca lo habían hecho con los colores de la Nacional.
Rodríguez fue el único sin compañía. Su familia se quedó en Nueva York, pues a partir de mañana «comenzará una gira muy larga» como visitante.
Santana y Hernández, en cambio, se presentaron en San Luis con sus esposas e hijos, y Martínez embarcó a 12 miembros de su parentela.
«Aquí están todos: mi esposa, mis hijos, mi suegra, mi cuñado, todos vinieron», sonrió el receptor de los Indios.
«La primera vez que vine, disfruté mucho, grabándolo todo con una cámara. En la siguiente, mi hijo ya había nacido y creo que lo disfruté más, por lo bien que él la pasó. Veremos ahora esta. Es un descanso que necesitaba».
Para Martínez, el cuadrangular que dio en su anterior Juego de Estrellas «es uno de los tres o cuatro mejores momentos» de su carrera. Hoy espera revivirlo, y brillar, junto a sus compatriotas, entre los principales astros de las mayores.
Publicado en El Nacional, el martes 14 de julio de 2009.
