Algo de beisbol cubano
Adeinis Hechavarría es la última exportación cubana al beisbol de grandes ligas, aunque aún no ha firmado con nadie
Adeinis Hechavarría es la última novedad cubana en el beisbol de grandes ligas.
Aún no ha jugado un solo encuentro en las menores, incluso no ha dado el salto al profesional, pero ya algunas publicaciones y portales aseguran que será noticia dentro de muy poco.
El ruido alrededor de este campocorto ha sido tanto, que el diario NY Post llegó al extremo de sugerir, hace unos días, que el antillano puede convertirse en el heredero de Derek Jeter en las paradas cortas del Yankee Stadium, nada menos.
Lo de Jeter no es necesariamente una locura. Este es la última temporada de contrato para el líder de los bombarderos, quien en junio cumplirá 36 años de edad, y aunque acaba de ser galardonado con el Guante de Oro, su defensa pocas veces ha sido considerada brillante y con la suma de nuevos calendarios es lógico pensar que tenderá a decaer.
Los Yanquis no le han ofrecido una extensión más allá de 2010, ni a él ni a Mariano Rivera, otra institución en la franquicia, pero es casi seguro que lo harán.
El punto será saber si el “Capitán América”, como apodan al infielder, estará dispuesto a ceder la posición seis y mudarse al jardín central, una transición que hace dos décadas hizo con éxito otro paracorto, Robin Yount, y que los neoyorquinos desean que Jeter haga desde hace un buen tiempo.
Cuando adquirieron a Alex Rodríguez, de hecho, el plan inicial era convencer al torpedero de mudarse al center, en sustitución de Bernie Williams, dejándole las paradas cortas a A-Rod. El no rotundo del veterano obligó a poner a Rodríguez en la antesala, donde ha jugado desde entonces.
Más cerca de soplar las 40 velitas, algunos medios se atreven ahora a sugerir lo que el alto mando del Bronx seguramente ha evaluado puertas adentro.
Está por verse si Jeter termina su brillante carrera en el outfield, como Yount. Está por verse, igualmente, si Hechavarría es el prospecto que sus representantes y algunos scouts aseguran que es. Tiene 21 años de edad y desertó de Cuba en 2009, en México, donde convenientemente fijó su residencia, para evitar tener que pasar por el draft de Estados Unidos y poder así sacar provecho de las fuerzas del mercado.
Una de esas fuerzas es el antecedente sentado por los Medias Rojas, cuando firmaron a otro shortstop cubano, José Iglesias, por 8 millones de dólares.
Iglesias es menor, tiene 19 años de edad, y es visto en Boston como el sucesor de Marco Scutaro en el Fenway Park. Según algunos, Hechavarría es mejor bateador que él. Alrededor de 50 scouts le vieron trabajar en República Dominicana, una obvia señal de interés, y su agente Bart Hernández está empeñado en hacer subir su precio.
Casos como este ocurren muy de vez en cuando, debido a la inexistencia del beisbol profesional en Cuba y a la dificultad para salir de la isla y emprender una carrera en las mayores. De allí las expectativas que se crean de tiempo en tiempo.
Antiguas figuras cubiches han tenido un impacto estelar en las mayores, como Orlando el “Duque” Hernández o en su momento Liván Hernández; otros han sido un fracaso, como Bárbaro Garbey. Los Medias Blancas de Oswaldo Guillén sacaron rédito de José Contreras, a quien los Yanquis prácticamente expulsaron de su organización, y hoy basan parte de sus esperanzas en Alexei Ramírez y el prospecto Dayan Viciedo. Los Medias Rojas confían en el potencial de Iglesias y los Ángeles cosecharon con Kendry Morales en 2009 los frutos largamente esperados de él.
¿Dónde terminará Hechavarría? Los detectores de nuevos valores se debaten entre el exceso y la mesura. Falta mucho aún para saber si en realidad podrá ser el sucesor de Jeter en la Gran Manzana.
Publicado en El Nacional, el lunes 15 de febrero de 2010.
