Los acontecimientos de los últimos días avivan la esperanza de ver a dos venezolanos en papeles protagónicos en la Serie Mundial
El tubey que disparó Pablo Sandoval hace dos noches desató la alegría de los centenares de aficionados que todavía asisten con orejas de oso panda al AT&T Park de San Francisco, a pesar de la sequía que ha sufrido el jugador que motiva el uso de esos divertidos gorros.
“Kung-Fu Panda” recuperó parte de su maltrecha autoestima y probablemente ganó el derecho de regresar por algunos juegos más a la esquina caliente de los Gigantes, un equipo necesitado de bates contundentes que apoyen su férreo pitcheo, el mejor de la Liga Nacional.
La actitud de Sandoval, aparentemente más relajado en el home, fue alabada por la prensa estadounidense. Eso, unido a la ventaja que mantienen San Francisco y Texas en ambas series de campeonato, permite especular con una Serie Mundial en la que dos jóvenes y carismáticos venezolanos, ambos casualmente magallaneros, se enfrenten por la corona.
Porque Elvis Andrus es figura indiscutible con los Rangers. A sus manos de seguro campocorto, su inusitado alcance y su instinto para correr entre las almohadillas ha añadido un madero molesto para los contrarios, recuperando la buena ofensiva que mostró en la primera mitad de 2010.
Andrus, productivo primer bate de los Rangers, consigue aliados en la prensa del norte con cada día que pasa. El último, Buster Olney, analista de ESPN, confesó a través de Twitter que le resulta increíble la soltura, madurez y habilidad para jugar bajo presión que nota en el shortstop, quien está en apenas su segunda campaña en las mayores y sólo tiene 22 años cumplidos, una edad en la que la mayoría de los peloteros profesionales todavía están formándose en las menores.
¿Elvis vs Panda en el clásico de octubre? Para la televisión de Estados Unidos sería un fracaso no tener a los Yanquis en la pantalla, por la abrumadora mayoría de seguidores que tienen los neoyorquinos. Pero para el beisbol venezolano sería la mejor forma de cerrar esta temporada de grandes ligas.
El abridor de hoy por los Rangers, Colby Lewis, intentará acaudillar a los Yanquis. Lewis es una de las noticias más agradables esta zafra para los vigilantes, pues entre 2008 y 2009 debió emigrar al beisbol japonés, tras fracasar en su intento de consolidarse en las mayores. Este año tuvo tuvo 3.72 de efectividad y 1.19 de WHIP en 32 aperturas y se llevó la victoria en el segundo juego de la Serie de Campeonato. Su rival será Phil Hughes, eterna promesa del staff de Nueva York, que tuvo un registro brillante de 18-8 en la temporada, gracias al apoyo ofensivo que le dieron sus compañeros. Hughes, de hecho, cerró con 4.19 de efectividad y un WHIP de 1.25, y salió derrotado en su tope contra Lewis, al ser castigado en el segundo compromiso de la serie. Esta noche tendrá la oportunidad de lograr su reivindicación.
Publicado en la primera edición de El Nacional, el viernes 22 de octubre de 2010.
