El aragüeño no quiere distraerse por el título de bateo. “Sería egoísta jugar por mis números”, dice. Este martes dio jonrón y doble, batea para .343 y está cerca de convertirse en el cuarto campeón bate venezolano
DETROIT
Miguel Cabrera saldrá a hacer historia este miércoles en el Comerica Park y lo sabe muy bien.
Sabe que todos los periodistas venidos de Venezuela son un reflejo de la importancia de lo que está por conseguir y admite que la idea de ser el campeón bate de la Liga Americana le pasa de vez en cuando por la cabeza.
“Te caería a mentiras si te digo que no he pensado en eso”, admitió el aragüeño, sentado en el clubhouse de los Tigres.
Andrés Galarraga (1993), Magglio Ordóñez (2007) y Carlos González (2010) son los únicos venezolanos que han conquistado una corona así en las mayores. Y aunque Cabrera amaneció ayer a unos pocos turnos de sumarse a la lista, durante toda la tarde defendió las razones por las que decidió no festejar por adelantado.
“Sería como faltarle el respeto a los demás miembros del equipo”, aseguró el nativo de Maracay, que llega a la jornada decisiva con .343 de average, contra .338 Adrián González y Michael Young. “Mis compañeros están emocionados y eso se refleja en mí. Pero sería egoísta jugar por mis números. Eso cambiaría mi ritmo de juego y a estas alturas de la temporada es lo último que quieres hacer: variar tu rutina te trae angustia y presión”.
Cabrera ha estado muy cerca del logro. Fue tercero en su liga con .323 en 2005, segundo con .339 en 2006, cuarto con .324 en 2009 y segundo con .328 en 2010.
Una de aquellas cuatro intentonas es otra de las razones por las que el cuarto bate de Detroit prefiere la discreción.
“La de 2006 fue una mala experiencia”, afirmó. “Forcé tanto las cosas, que al final no pude conseguir nada. Quería ganar de todas, todas y no pude. Hasta me alinearon de primer bate el último día, para darme más turnos”.
El custodio de Cabrera en la alineación, Víctor Martínez, comentó que desde el lunes hablan en la cueva sobre el posible lauro de su compatriota. Ordóñez asegura que hace mes y medio tuvo una premonición.
“Vi que no se había calentado como suele y le dije: cuando lo hagas tienes opción de ganar el título de bateo”, señaló el jardinero. “Pero nunca más hablamos del tema. Estábamos peleando por los playoffs”.
Ordóñez no le ha comentado sobre su hazaña en 2007: “Entonces no me divertí mucho, porque todos los días estaba preocupado con si Suzuki daba otro hit. Uno lo disfruta luego, cuando está en casa y ya ganó el título de bateo”.
Cabrera no es indiferente a las estadísticas. Cuando se entera que ningún toletero venezolano iguala en la historia el average de .317 que adorna su hoja de servicios, sonríe con orgullo. Al pedírsele una reacción, ríe y exclama: “¿Qué más? A seguir dando palo”.
Si sigue, le tocará celebrar hoy. Pero hasta el último swing, promete hacer lo posible por no disfrutar su carrera hacia la corona.
“Eso hay que bloquearlo”, insistió. “Hemos trabajado mucho todo el año para lograr la clasificación y no puede ser que por un error egoísta yo no llegue lo mejor preparado a los playoffs”.
Miguel Cabrera largó el trigésimo vuelacercas del torneo e ingresó a un club de élite.
Únicamente Albert Pujols, Alex Rodríguez y el inmortal Jimmy Foxx han tenido siete temporadas de 30 vuelacercas y 100 empujadas, como tiene Cabrera, antes de cumplir 29 años de edad.
Sieste miércoles, además, cierra sobre .340 de average, se convertirá en el undécimo pelotero en la historia con una cosecha que, además de aquellas cifras, incluya .340 y 100 pasaportes con no más de 28 cumplidos.
“Le doy las gracias a Dios, porque me ha dado muchas cosas en la vida”, dijo. Y expresó su deseo de jugar esta noche, en lugar de descansar para mantener su promedio. “Estamos peleando para empezar en casa, tengo que jugar”.
Prometió no revisar el box score de Michael Young antes de dormir: “Ya hice mi trabajo y yo a ellos les deseo lo mejor”.
Justin Verlander, a quien muchos periodistas ven como el favorito para el premio al Jugador Más Valioso de su circuito, cree que Miguel Cabrera debería ganar el trofeo en la Americana.
“Ha hecho muchas cosas que han contribuido con el equipo”, explicó el as de los Tigres.
Puesto en el aprieto de elegir entre los demás candidatos, y alentándole a sentirse libre de votar por sí mismo, Verlander agregó: “Si perteneciera a la Asociación de Cronistas, lo primero que haría sería revisar muy bien los números. Y al final votaría por él o por mí”.
Para Magglio Ordóñez, el Más Valioso debería ser Cabrera: “Ha puesto sus números toda la temporada”, razonó. “Y la verdad yo no considero que un pitcher debería ganar (ese galardón)”. Ordóñez terminó en la segunda plaza de la votación cuando fue campeón bate en 2007, sólo superado esa campaña por Alex Rodríguez.
Víctor Martínez también tiene palabras de admiración para el de Maracay: “Este muchacho no necesita ayuda de nada”, indicó el receptor y designado. “Con todo respeto para los demás peloteros, él es el mejor bateador derecho de las grandes ligas”.
Publicado en El Nacional, el miércoles 28 de septiembre de 2011.
