También toca votar para nuestro Salón de la Fama (I)
Llegó el sobre. Rebuscamos entre papeles y
fichas, con la curiosa avidez de todos los años.
Ahí estaba: la hoja con el
listado de candidatos sometidos en esta oportunidad a la consideración de los
votantes para el Salón de
del beisbol venezolano, el templo de nuestra pelota, ubicado en el Museo del
Beisbol, en el Sambil Valencia, un lugar que todo verdadero aficionado debe visitar
alguna vez.
Este año hay 24 candidatos, muchos que vienen de anteriores
procesos y algunos que por primera vez entran a la elección, al cumplir cinco
años en el retiro. Las columnas de domingo y lunes estarán dedicadas a ellos, para
razonar los motivos de nuestro voto.
alfabético, Jesús Alfaro, Clemente Álvarez, Oscar Azócar, Oswaldo Blanco,
William Cañate, Leonel Carrión, Blas Cedeño, Cristóbal Colón, Argenis Conde,
Omar Daal, Leonardo Hernández, Oscar Henríquez, Edwin Hurtado, Raúl Marcano,
Lipso Nava, José Miguel Nieves, Eduardo Pérez, Edgar Ramos, Luis Raven, Luis
Sojo, Ozzie Timmons, Carlos Valderrama, Mark Whiten y Roberto Zambrano.
Sólo
podemos elegir un máximo de seis.
Entre los recién llegados, sobresalen Sojo y
Raven. Pero también pueden defenderse los casos de Alfaro, Blanco, Carrión,
Daal, Hernández, Hurtado, Pérez y Zambrano. Es decir, al menos 10 candidatos
para seleccionar seis.
de
Las
normas obligan a tomar en consideración tanto lo hecho en Venezuela como el
desempeño en el exterior.
No es el Salón de
brillado más en la liga local. Hay que hacer un balance global, a veces
complicado.
Dos ejemplos de eso: Hurtado y Zambrano dejaron huella entre los mejores
de la pelota rentada local, con números que les mantienen en lo más alto. Pero
sus carreras fuera del país resultaron intrascendentes, al hablar del máximo
nivel. No podemos despreciar lo uno a favor de lo otro; no podemos obviar o
resaltar alguno de esos capítulos a capricho.
Lo dicho, es una elección
compleja, si se asume como se debe: con la responsabilidad de saber que este es
un privilegio, que millares de aficionados amantes del beisbol venezolano votan
a través de nosotros.
selección.
Una, que
ha cambiado drásticamente con el tiempo; antes jugaban todos los criollos,
incluso los pocos grandeligas que teníamos, y hoy los mejores se ausentan, por lo general.
¿Cómo debe influir esto en el análisis? Debe tener peso, lógicamente. No valen
igual los jonrones de Hernández en los años 70 y 80 que los de Zambrano en los
90 y 2000.
Por otro lado, las estadísticas disponibles son casi una ruina. Algo
se puede hacer con
Enciclopedia
purapelota.com/lvbp, pero es casi imposible hallar cifras vitales para
determinar, objetivamente, el verdadero aporte y el entorno de cada candidato.
Es prácticamente imposible saber el promedio de embasado o el OPS de quienes
jugaron en los años 90 o antes. No tenemos modo de contrastar esas cifras con
los promedios de la liga en el tiempo en que actuaron.
¿Cuál fue el OPS
ajustado de Leo Hernández, cuántas sus carreras creadas respecto a los pares de
su tiempo?
¿Cuál es la efectividad ajustada de Daal? ¿Cómo podemos elegir sin
duda a los mejores, con estos numeritos que tanto la liga como los equipos
todavía no se deciden a unificar y completar?
Por eso, lamentablemente, debemos
votar aceptando una buena dosis de subjetividad. Este lunes pondremos ejemplos de
eso al hablar de los seis de nuestra selección.
Publicado en El Nacional, el domingo 8 de octubre de 2012.
Pienso que acá se ha dejado a un lado la LVBP por la escasa información, la Liga debe hacer un esfuerzo porque esos números vitalicios sean dados a conocer año tras año.
En el caso del salon de la fama venezolano los votantes prefieren exaltar al pelotero por sus numeros en las mayores que la lvbp, es así y no lo cambiarán, fijate que la exaltación la hacen con un uniforme o gorra de un equipo de las mayores y no con el de Venezuela