El pitcher Luis García finalmente logró un sueño. El derecho se convirtió este viernes en el quinto venezolano en abrir un juego de Serie Mundial aunque las cosas no resultaron como seguramente el guayanés quería.
El trabajo del lanzador de los Astros de Houston tuvo diferentes contrastes.
El bolivarense retiró a siete de sus primeros diez rivales, incluyendo cuatro fusilados. En ese período entregó dos bases por bolas. El descontrol fue su mayor enemigo en su trabajo de 3.2 capítulos.
“Tenía confianza que lo podía hacer bien», confesó después del encuentro. «Y me sentí bien. El resultado lastimosamente no salió”.
La tercera entrada fue clave en su desempeño. El escopetero entregó otro pasaporte a Eddie Rosario, el slugger Freddie Freeman le dio un imparable y, tras ponchar a Ozzie Albies, toleró un doble de Austin Riley que abrió la pizarra a favor de Atlanta.
La situación era grave y empeoró gracias a otra base por bolas, esta vez a Jorge Soler que llenó las bases.
«Cuando le di el boleto a Soler», adelantó el monticulista. «Estaba molesto, pero estaba tratando de salir de ese inning como fuera».
Y vaya que lo logró a un precio bastante económico porque después pudo retirar a Adam Duvall y a Travis d’Arnaud.
“Uno de los secretos para ser un buen pitcher es poder salir de los problemas», analizó el mánager Dusty Baker. «Nuestro equipo hizo buen trabajando saliendo de los inconvenientes. Los Bravos dejaron muchos hombres en base. Pero pensé que García ya tuvo suficiente, en ese momento, y el resto de los muchachos hizo un gran trabajo”.
El piloto dejó que Luis García sacara dos outs más en el cuarto inning y después lo envió a las duchas.
El novato terminó su desempeño con cuatro boletos, seis ponches, una carrera y tres hits en 3.2 entradas, pero se unió a Anibal Sánchez entre los venezolanos que han perdido un juego de Serie Mundial después de iniciarlo.
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Ellos dos son los únicos que han caído entre el quinteto vinotinto que ha podido tener la oportunidad de comenzar un partido del Clásico de Otoño.
«Le estoy agradecido con el Señor», concluyó. «Por permitirme en ser el quinto venezolano en abrir un juego de Serie Mundial».
Por Marcos Grunfeld
