Por Alexander Gómez
Shohei Otani estaba consciente de que fácil no sería el juego, pero de esta forma no se imaginó, pero sí tenía presente que todo Japón estaba atento en la mañana de este miércoles.
«Sabíamos que no iba a ser una victoria fácil”, dijo Ohtani. “Pero nadie pensó que sería un juego como este. Creo que Mune (Murakami) estaba realmente en un aprieto, pero al final, él nos dio un buen turno al bate. Esta es la mejor manera de llegar a la final».
Japón, eliminó a México con un doble de dos carreras de Munetaka Murakami, ganando 6-5, frente a una multitud delirante en el LodDepot Park.
«Después de haberme ponchado tres veces, la idea de hacer un toque en esa situación cruzó por mi mente, pero el manager quería que hiciera swing y tenía un buen presentimiento de mi anterior turno al bate cuando saque un elevado», dijo Murakami.
De este modo, Japón avanzó a su tercera final de un Clásico Mundial. Este martes chocarán por el cetro del torneo ante Estados Unidos, a las 7:00 de la noche, en el estadio de Miami.
«En la etapa final, nos enfrentamos a los oponentes más duros”, dijo Ohtani. “Tengo muchas ganas de que llegue mañana. Naturalmente, va a ser tenso, pero quiero que todos den todo con un fuerte deseo de ganar. lo que sea necesario.»
Japón, que perdía 5-4 en la novena entrada, abrió con Shohei Ohtani abrió con un doble ante el cerrador Giovanny Gallegos.
Masataka Yoshida, la adquisición en la agencia libre de $90 millones de los Medias Rojas de Boston que conectó un jonrón de tres carreras al principio del juego, recibió una base por bolas.
Munetaka Murakami, quien llevaba tres ponches en el juego dio doble remolcador de dos carreras para dejar a los mexicanos tristes en el terreno.
Shohei Ohtani y Randy Arozarena, fueron determinantes para sus respectivos equipos. Daisuke Matsuzaka, permitió solo un hit en cinco entradas en blanco en la victoria.
El abridor japonés Roki Sasaki y el abridor mexicano Patrick Sandoval intercambiaron ceros durante los primeros tres innings.
No fue hasta el cuarto inning que llegó la primera carrera con un cuadrangular de tres carreras del mexicano Luis Urías.
“Independientemente de quién ganó, la gente lo disfrutó”, dijo el dirigente de Japón, Hideki Kuriyama.
Se repitió la historia ante Japón para México, ya que la última vez que se habían enfrentado fue en 2006 con derrota de 6-1 para el equipo asiático.
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Llegan a su tercera final de su historia en el Clásico Mundial como la única selección invicta, y que en la fase de grupos dio fácil cuenta de sus oponentes (Australia, Corea del Sur, República Checa y China). En cuartos de final pasó por encima de Italia.
Ahora Japón, que ganó los dos primeros campeonatos del CMB, se enfrentará a los Estados Unidos campeones defensores. Y por si hace falta Ohtani dijo que estará listo para lanzar en relevo de Yu Darvish, por si acaso.
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