Por Alfredo Villasmil Franceschi
Luis Arráez se había apagado en los últimos dos juegos. Estaba en blanco, pero en el juego de este sábado despertó, soltó un hit puso su línea ofensiva en .379/.455/.470.
El batazo fue su séptimo doblete de la temporada. Lo conectó en el momento oportuno, con uno en circulación, en el noveno para acercar al equipo. Al final se fue de 5-1.
Lamentablemente los Marlins se quedaron cortos, a pesar de la carrera impulsada de Arráez. El yaracuyano suma 14 llevadas al plato en lo que va de campaña. En los últimos siete días, bajó de la barrera de los .400. Luego de ligar al menos un hit en 12 juegos seguidos, tuvo dos días seguidos sin imparables y este sábado ligó nuevamente.
En los últimos siete juegos batea para .172 con un OBP de .226 y un slugging de apenas .207. Durante esos 29 turnos apenas ha golpeado un par de hits y suma dos llavados al plato.
Lo más curioso de Arráez durante los últimos siete juegos es que ha ponchado tres veces, algo inusual en él. El venezolano había abanicado la brisa cuatro veces en los primeros 24 juegos de la temporada.
«Yo odio los ponches», le dijo el venezolano al New York Times. «Por eso siempre trato de poner la bola en movimiento».
«Yo siempre trato de poner la bola en movimiento», recalcó. «Para mí el contacto en más importante que el poder».
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UN DATO. Luis Arráez ha estado presente en 11 juegos durante el mes de mayo y solo se ha dejado de embasar, por boleto o por hit, en uno de ellos.
(Alfredo Villasmil Franceschi)
Foto: @Marlins
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