Carlos Silva se recuperó de la alta fiebre que le impidió entrenarse el lunes y soltó el brazo este martes en el campamento de los Cachorros, con el resto de sus compañeros, informó el Chicago Tribune. El diestro le dijo al periódico, de paso, que no teme por su lugar en la rotación, aunque la prensa en la Ciudad de los Vientos indica que hay dos puestos en disputa después de los que pertenecen a Carlos Zambrano, Matt Garza y Ryan Dempster. «Soy uno de los abridores», declaró. «No creo que lo que me pasó con el corazón y el codo sean motivos para sacarme. Ellos son los jefes y toman las decisiones, pero si tengo que ganarme mi lugar, me lo ganaré, no tengo problemas con eso».
Francisco Rodríguez hará este miércoles su primera sesión de bullpen en el complejo de los Mets, informó el New York Daily News. Por lo pronto, ESPN New York dio cuenta de la llegada en un transporte especial del Lamborghini del relevista, pero éste no fue visto en Port St. Lucie.
Omar Infante admitió que aún no se siente «al ciento por ciento» de sus capacidades físicas, debido a la doble cirugía abdominal a la que se sometió en diciembre, indicó el Sun-Sentinel. Sin embargo, el jugador prometió hacer lo necesario para estarlo para cuando llegue el día inaugural, cuando se espera que sea el segunda base y segundo bate de los Marlins.
Miguel Montero le dijo al Arizona Republic que el ambiente en el clubhouse de los Cascabeles es otro, gracias a la influencia del manager Kirk Gibson. «Perdimos 90 juegos dos años seguidos y era como si nada importara», explicó el caraqueño. «Ahora es diferente. No digo que volveremos a perder 90, sino que, cuando perdamos un juego, todos se van a enterar. Eso está bien para mí. No me gusta perder, lo juro».
José Ascanio al parecer resolvió sus problemas de visado y viajó al campamento de los Piratas. Según MLB.com, su primera sesión de trabajo será este miércoles.
Ángel Guzmán irá fortaleciendo el brazo progresivamente, durante el spring training. El plan de los Cachorros es que lance juegos simulados en marzo, señaló el Chicago Sun-Tribune.Antes de los entrenamientos, no había lanzado aún a la distancia reglamentaria entre la lomita y el home, 60 pies con 6 pulgadas. Lo hizo el lunes y se sintió bien, a pesar de que fue operado del hombro hace menos de un año. «El hombro ha estado bien, las últimas dos semanas han sido las mejores», declaró el derecho. «Pero no quiero emocionarme mucho. Sólo quiero lanzar la bola, y si va a doler, que duela. Voy a seguir haciendo lo que he hecho hasta ahora». Por el ritmo que lleva, es de esperar que Guzmán comience en triple A, aunque los oseznos aún espera que vuelva a ser el relevista que ayudó de modo notable al equipo en 2009. «Es difícil que empiece arriba, aunque la medicina moderna es increíble», le dijo el manager Mike Quade a MLB.com. «Va a estar aquí, va a trabajar, y si en algún momento está listo para regresar, será grandioso. Por ahora, es un largo camino el que debe recorrer.
