Una cuenta regresiva para analizar la Liga Nacional
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Celebran los 50 años de la franquicia, tienen nuevo dueño y gerencia de estreno. También son el peor equipo de la Liga Nacional, con una granja que el despedido Ed Wade dejó morir. Así comienzan los Astros, con la esperanza de cambiar al inicialista Carlos Lee y al pitcher Wandy Rodríguez, para recortar presupuesto, sumar algunos prospectos y preparar el salto a la Liga Americana en 2013.
La vuelta de Johan Santana permite soñar, aunque lo plausible es esperar que haga unas 25 salidas y muy pocas sobre 100 pitcheos. Si eso pasa, es posible que el merideño termine en otro equipo para la recta final. Así de complicado es el panorama de los Mets, en medio de una crisis financiera y por culpa de la mala herencia que dejó el ex gerente general Omar Minaya. Ni siquiera David Wright, la estrella de la franquicia, garantiza un año sólido.
Theo Epstein no necesitó mucho tiempo para terminar con la Maldición de Babe Ruth en Boston, lo que no necesariamente significa que acabará pronto con la Maldición de la Cabra en el Wrigley Field. Ya sin Aramis Ramírez ni Carlos Zambrano, su plan de reestructuración prosigue con Alfonso Soriano y Matt Garza, si encuentra comprador para el primero y se decide a vender al segundo.
Continúa la reconstrucción, ahora sin Matt Latos, pero el sacrificio del as sirvió para traer peloteros listos para triunfar. Del éxito que pueda tener Yonder Alonso contra la barda del right en el hostil Petco Park, el veterano Edison Vólquez en la rotación y Carlos Quentin, el otrora slugger de los Medias Blancas, dependerán las posibilidades de que los Padres terminen con récord positivo.
El lento proceso de reconstrucción sigue su rumbo, y no necesariamente va mal, siempre y cuando no haya problemas de salud. A.J. Burnett y Eric Bedard son ahora los ases de la rotación y abundan los jóvenes talentos como Andrew McCutchen, Neil Walker, Alex Presley y José Tábata, listos ya para producir. Tal vez no alcance para liderar la división, pero debe ser suficiente para conseguir, por fin, una marca positiva en la tabla de posiciones.
En el Dodger Stadium lanzará quien puede ser el mejor pitcher de la Nacional, Clayton Kershaw, escoltado por Chad Billingsley, y patrullará el center quien es el toletero más completo del circuito, Matt Kemp. No es seguro, sin embargo, que los azules pueden competir con James Loney en primera o Juan Uribe en la antesala. El short Dee Gordon es tenido como una súper estrella en potencia. La apuesta es por el futuro, no por 2012.
Pocos equipos cambiaron tan drásticamente en el receso entre temporadas. Ahora tienen una de las mejores rotaciones de la liga, a partir de la vuelta de Stephen Strasburg, y es de esperar que Wilson Ramos continúe desarrollándose como una amenaza con el madero. Quedan dudas por resolver, como hallar un center, mejorar la combinación de dobleplays y que Jayson Werth batee, aunque este, por fin, es un equipo competitivo.
Hay que desconfiar de una escuadra que en 2012 tiene en su rotación a Jamie Moyer, aunque los Rockies agregaron piezas que deben hacerle regresar a la senda ganadora. Ramón Hernández volverá a batear, ahora que jugará a diario y en Denver, y Carlos González parece a las puertas de un gran torneo. Marco Scutaro en segunda es otra mejoría respecto al año pasado y Jeremy Guthrie aporta a la rotación, donde está el punto de inflexión para esta divisa, dependiendo de lo que Jhoulys Chacín, Juan Nicaso y Drew Pomeranz puedan hacer.
Son los campeones mundiales, sí, pero en la carrera de largo plazo hace un año clasificaron sólo como el comodín. Ahora recuperan a Adam Wainwright, pero parece que pierden a Chris Carpenter y ya no dispondrán del mejor bateador de los últimos 50 años, Albert Pujols, que cruzó el célebre arco que distingue la ciudad para descubrir en el oeste a los Ángeles de Anaheim. Carlos Beltrán compensa la pérdida, pero tampoco estará el manager Tony LaRussa y, tal vez más grave, el coach de pitcheo Dave Duncan.
La franquicia sigue apostando a desarrollar sus propios peloteros, alrededor de una sólida rotación. El bullpen debe estar entre lo mejor del circuito, aunque el as Tim Hudson empieza lesionado y Jair Jurrjens tuvo altibajos en la primavera boreal. La diferencia con sus principales oponentes está en el recluta Tyler Pastornicky en el short y las sempiternas lesiones de Chipper Jones, aunque ya este equipo batalló en 2011 hasta el día final y tiene cómo llegar a los playoffs.
El asunto está en saber si cada uno de los héroes de la pasada campaña repetirá su aporte o más. Miguel Montero sí, detrás del plato y con el bate, pero ¿Ryan Roberts en tercera? ¿Aaron Hill en la intermedia? ¿Es Jason Kubel mejor que Gerardo Parra con un año más de roce y el Guante de Oro? La rotación no es tan profunda detrás de Ian Kennedy y Daniel Hudson, aunque en la granja abundan los prospectos a punto de graduación.
Potencialmente extraordinarios, con el catcher Devin Mesoraco y el shortstop Zack Cozart sumándose a un equipo construido alrededor de Joey Votto, Brandon Phillips y Jay Bruce. El punto está en que Mesoraco y Cozart tengan grandes estrenos, en lugar de quedar a medio camino en las expectativas, como Drew Stubbs la temporada anterior. Sobrarán los ponches y los extrabases, con una rotación que Matt Latos ensancha detrás de Johnny Cueto. Pero necesitan que todo les funcione, incluyendo al quebradizo Scott Rolen y el bullpen.
Todavía tienen a Yovani Gallardo y Zack Greinke para iniciar la rotación, aún cuentan con Ryan Braun y tienen el mejor 1-2 posible para los últimos dos innings. Llegó el antesalista Aramis Ramírez y Alex González será un mejor shortstop que Yuniesky Betancourt. Hay muchos puntos altos en los Cerveceros, que perdieron, sin embargo, a uno de sus dos hombres franquicia en Prince Fielder, lo que les pone en el mismo plano de los otros competidores de la división central.
Oswaldo Guillén siempre quiso un equipo veloz, no tanto por los robos como por lo que impacta eso en la defensa. Con los Marlins tendrá el paquete casi completo, y debería ser el revulsivo ideal para sacar el potencial de Hanley Ramírez, quien de paso no dañará más al equipo con su defensa en el short. Es verdad, José Reyes tiene que mantenerse sano para hacerlo realidad, pero con el progresivo desarrollo de Gaby Sánchez, Logan Morrison y Giancarlo Stanton, más esa rotación que recupera a Josh Johnson y añade a Mark Buehrle, hay motivos para que los Filis sientan preocupación.
La mejor adquisición durante el receso invernal fue la mejoría física de Búster Posey. Sin su bate, especialmente, fueron eliminados a pocos días del final. Todavía abundan los puntos flacos, como tener a Freddy Sánchez en segunda o a Ángel Pagán en el outfield, aunque Grégor Blanco quiere cambiar eso último a fuerza de batazos. No importa. Ya con un lineup discreto los Gigantes ganaron la Serie Mundial hace dos años, gracias al mejor pitcheo colectivo de la liga. Y de nuevo lo vuelven a tener.
Los Filis sobrevivieron hace un año al inicio de Chase Utley en la lista de incapacitados y a la pérdida de Jayson Werth. Esta vez deberán volver a superar la falta de Utley, la demora de Ryan Howard y la marcha de Roy Oswalt. Todavía es un equipo peligroso —es imposible no voltear hacia Roy Halladay, Cole Hammels y Cliff Lee— pero la ofensiva va a resentirse en una división que ahora es más competitiva.
Publicado en El Nacional, el lunes 2 de marzo de 2012.
