EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Mega cambio en la LVBP. Ese ha podido ser el título de la noticia del miércoles, cuando Tigres y Tiburones se traspasaron a seis peloteros, incluyendo tres grandeligas.
Y porque en esta columna siempre lo hacemos con cada transacción de nuestro beisbol, y porque la presencia de bigleaguers generalmente es un albur en la pelota invernal, analicemos qué ganan y qué pueden perder ambos equipos con este movimiento.
Anthony Santander pasa a La Guaira junto con dos jóvenes talentos. Es el jugador con más peso de los seis. En la temporada de 2022 superó los 30 jonrones en la MLB por primera vez y es titular de los Orioles y de Venezuela en el Clásico Mundial.
Gabriel Arias y Rafael Marchan pasan a Aragua, acompañados de un prospecto. El primero es campocorto, el segundo receptor. Y ambos están muy bien valorados por los Guardianes y los Filis.
Vamos a analizar primero la médula del pacto. A los tres noveles que completan los dos paquetes los trataremos al final.
Grandeliga y beisbol del Caribe no siempre se llevan bien. El beisbol organizado es cada vez más celoso, ante el riesgo de lesiones. Los ingresos que genera el hecho de estar en el roster de 40, y mucho más al ser subido al Big Show, también limitan a agentes y peloteros. Así que el resultado de este movimiento pasará por ver si Santander, Arias y Marchán finalmente se suman.
Más de 50 bigleaguers venezolanos jugaron en la campaña 2022-2023, es verdad. Por un lado, el Clásico Mundial sirvió de excusa para más de una estrella. Y por el otro, las circunstancias han cambiado lo suficiente en Venezuela como para que jugadores residenciados en el exterior se animen a ser parte de la LVBP.
Por eso Marchán jugó con los Tiburones. Lleva dos temporadas con los escualos, desde que firmó con los salados. Peeero… ni Santander ni Arias han visto acción invernal desde la 2018-2019.
Allí hay un primer punto que marca una duda. Suponiendo que el catcher seguirá viniendo al Caribe, ¿qué hay con los otros dos? Porque el resultado de este cambio puede disolverse si no los vemos a ellos también estrenando los uniformes de La Guaira y Aragua.
La primera señal es positiva. Ambos aseguraron en sendos comunicados de los clubes que tienen planeado jugar en la 2023-2024. Por supuesto que falta mucho y pueden suceder muchísimas cosas que les alejen de la liga. Pero es mejor tener esa confirmación verbal que no tenerla.
También es mejor tener razones tangibles para cimentar el optimismo. Y en los dos casos eso existe. Arias es nativo de La Victoria, por lo que podrá mostrarse con los Tigres delante de parientes y amigos. Hemos visto muchos casos en los que eso influye. Santander, por su parte, sorprendió al revelar que todos en su familia son fanáticos tiburoneros y que ardían en deseos de verle saltar de la cueva derecha del Universitario.
Si los tres juegan, en teoría ganan más los bengalíes. Hablamos de dos bates que pueden hacer mucho daño frente a un solo madero, aunque se trate de uno realmente explosivo. Arias tiene un poco de las cinco herramientas y es un shortstop con fuerza, que ha recibido elogios del manager Terry Francona en Cleveland. Marchán es un careta con perfil bateador, que tiene .358 de average y .910 de OPS en sus dos torneos en la LVBP.
La mayor duda estará en el lado de Santander, por su estatus en Baltimore. Este debe ser el campeonato de su consolidación definitiva como figura en la MLB y será elegible para un suculento contrato en su último año de abitraje. Será quien enfrente más limitaciones de los tres. Le tocará a la gerencia litoralense hacer lo que esté a su alcance para traerlo. Aunque después de ver a Ronald Acuña Jr. jugar en la última eliminatoria y forzar un permiso para regresar en la final, hay motivos para ser optimistas.
Este cambio da a los Tigres dos piezas que mucho deseaban: un campocorto de gran alcance y un catcher con potencial titular. Cuentan con el bienvenido aditivo de que son buenos bates. Si pueden ayudar en la recta final, habrá fiesta en Maracay.
La Guaira consigue una compensación necesaria con los dos jóvenes que adquiere junto a Santander.
Jean Pinto es un abridor con estupendas herramientas, un ponchador que debe empezar en Doble A. Estará listo para ayudar en la 2023-2024, aunque necesita trabajar más en su control y en mantener la pelota a ras de suelo.
Abrahan Gutiérrez es el segundo receptor novel que adquiere la gerencia guairista en un cambio en 2023. Firmó por uno de los mejores bonos para Venezuela en la historia de las firmas internacionales el mismo año que Kevin Maitán. Ninguno de los dos ha hecho mayor cosa. Pero el careta aún es joven para la posición (tiene 23 años), acaba de sacar 12 jonrones en Clase A avanzada y de por vida batea .270/.359/,389 en las Menores. Viene mejorando, ha empezado a mostrar el poder que le veían los scouts y debe seguir trabajando en su defensa. Es una interesante adquisición.
Christian Mejías completa el paquete de prospectos en esta transacción. Pasa a Aragua, tras mostrarse en la 2022-2023 durante las urgencias del pitcheo de La Guaira. No dejó buenos números (5.40 de efectividad en 10 salidas, casi todas como abridor), pero tiene buen brazo y es ponchador. Debe lanzar entre Clase A y Doble A, seguramente con la tarea de mejorar el control.
Este «dos por uno» juvenil luce favorable a La Guaira, como compensación al dos por uno entre los grandeligas.
Es el segundo movimiento que ocurre desde que se abrió el mercado en la LVBP. Ambos han tenido los mismos protagonistas. Tiburones y Tigres estrenaron gerencia hace exactamente un año y se han convertido en los clubes más activos a la hora de cerrar traspasos.
Todo mega cambio es atractivo para los titulares de prensa. Pero no siempre tiene el impacto deseado en el terreno, cuando se trata del beisbol invernal. Depende de que las estrellas involucradas finalmente jueguen. En ese sentido, quizás Aragua tenga mayores garantías. Pero La Guaira obtiene piezas adicionales que pueden ser de ayuda a partir de octubre, más allá de lo que ocurra con Santander. Es un canje interesante y con varios puntos de equilibrio. Ya veremos lo que el tiempo nos dirá.
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(Ignacio Serrano)
Foto: captura de MLB Network
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Como fanàtico tiburòn no me gustò el cambio. Lo de marchàn a leguas se ve que fue un pase de factura. Molesto, y con razòn, por jugar muy poco o casi nada en la final pasada, siendo un chamo muy por encima de Arcia. Es absurdo que cambies un receptor con experiencia de grandes ligas por otro receptor novato, esa no exìste. Veremos que ocurrirà, esperar lo que suceda en los pròximos 6 meses en el norte en todas las categorìas del bèisbol. Al fin y al cabo son jugadores prestados.
Vamos a estar claro y lo saben, no creo que juegue Santander con la Guaira este año, siendo su ultimo año para arbitraje y el de su consagracion, por eso creo que perdió la guaira.
Con tantos cambios entre Aragua y La Guaira en los últimos años habrá más de uno que no tendrá claro si ligar a los Tiburones de Aragua o a los Tigres de La Guaira en los próximos campeonatos…. Saludos!
Definitivamente ls gerencia de la Guaira sigue empeñada en realizar cambios desfavorables, toda vez que entregan a dos futuros bigleaguers como Marchan y Arias que por no estar aun consagrados van a jugar ezte y quizas los proximos años. Los jonrones de Santander engancharon a LG pero El no jugara sino en los proximos 5 o 6 años.
el gerente collins siempre embarandola siempre pierde en los cambios no se en que estara pensando y trae receptores mas y mas luego no juegan o termina cambiandolos